La Puerta del Sol es el palpitante corazón de Madrid. Antiguamente este era el arrabal este de la ciudad, donde se alzaba una puerta medieval decorada con la representación del sol naciente, de la que toma su nombre. Hoy es la principal plaza de la ciudad y es escenario habitual de todo tipo de acontecimientos, desde manifestaciones políticas a la celebración de la Nochevieja. Pasea por la plaza y admira los magníficos edificios históricos, fíjate en sus estatuas emblemáticas y observa el ir y venir de la gente. En el centro verás la estatua ecuestre de Carlos III, responsable de buena parte de las infraestructuras y obras públicas de la ciudad. Dirige la mirada a la Casa de Correos, el famoso edificio de ladrillo y caliza construido en la década de 1760 que funcionó como casa de correos durante varias décadas. Posteriormente, durante el franquismo, albergó las dependencias del Ministerio de la Gobernación y la Dirección General de Seguridad del Estado. Hoy es sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.Alza la vista para ver el famoso reloj de su campanario, que cada Nochevieja señala la cuenta atrás y que acompaña a la multitud a golpe de campanada mientras se toman las doce uvas. Busca la placa que indica el kilómetro cero, que se encuentra justo frente al campanario. De este punto parten las seis carreteras radiales de España. En el extremo este de la plaza se emplaza la estatua más célebre de Madrid, La Osa y el Madroño, que es el símbolo de la ciudad y que aparece representado por todas partes, desde el escudo de armas a las puertas de los taxis. Dirígete después a la réplica de la estatua de la Mariblanca, lugar en el que antes había una fuente. La Puerta del Sol está rodeada de calles concurridas llenas de tiendas, bares y restaurantes. Elige tu rumbo y empieza explorar la ciudad, pues este es su punto central y el lugar en el que madrileños y turistas se detienen para orientarse y planificar el día.