La Plaza Mayor es uno de los espacios públicos más conocidos de Madrid. Su patio empedrado está rodeado de elegantes restaurantes, boutiques, bares y cafés. En este lugar se encontraba un caótico mercado hasta que en el siglo XVI Felipe II ordenó su acondicionamiento como verdadera plaza pública. Se terminó en 1619 bajo la supervisión del arquitecto Juan Gómez de Mora, aunque fue pasto de las llamas en tres ocasiones hasta que en 1790 se levantó tal y como la vemos hoy. Recórrela, empápate de su ambiente y admira sus elegantes edificios. Si miras hacia arriba, podrás ver algunas de las viviendas más prohibitivas de Madrid o admirar los frescos de la fachada de la Casa de la Panadería. Antaño fue la sede del gremio de panaderos y hoy la ocupa la oficina de información turística madrileña. Dirígete al centro de la plaza para ver la estatua ecuestre de Felipe III, obra de Giambologna y Pietro Tacca. Se erigió en 1616 y se trasladó a esta plaza durante las obras de remodelación que tuvieron lugar en el siglo XIX.Sigue explorando la plaza para descubrir pintores que venden sus obras, artistas callejeros y músicos. La plaza sigue utilizándose para celebrar festejos públicos y otras celebraciones, por lo que es recomendable que consultes las guías de ocio de la ciudad para conocer cuál es la programación durante tu visita. Pasea bajo los soportales y curiosea en las tiendas o tómate un café con algo para comer. Alrededor de la plaza hay varios restaurantes y cafés, aunque evidentemente su precio puede ser bastante elevado.Cruza alguna de sus nueve puertas y descubre el resto del barrio de Los Austrias de Madrid. La Plaza Mayor se encuentra en el centro de la ciudad y se puede llegar a ella fácilmente desde otros lugares destacados, como la Casa de la Villa y el Palacio Real. Las estaciones de metro más cercanas son Ópera y Sol. Puedes visitarla a cualquier hora del día y de la noche. Además, muchos restaurantes abren hasta tarde.