La Basílica-catedral de Notre-Dame es, con sus altísimos arcos, galerías superpuestas y vidrieras, un extraordinario ejemplo de arquitectura neogótica. Se construyó en 1885 y es la sede arzobispal de la Iglesia católica en Ottawa. Es una de las iglesias más grandes y antiguas que conserva Ottawa, y ha sido declarada lugar histórico nacional.
Al acceder a la larga nave central, verás que se encuentra enmarcada por arcos que atraen la vista hacia el altar. A ambos lados se yerguen delgadas columnas de piedra que separan las naves laterales y que forman los arcos sobre los que se apoya el techo abovedado. Sobre la nave central se asoman galerías superpuestas, mientras que las paredes están decoradas con vidrieras con motivos bíblicos. Sobre las galerías se dispone una hilera de arcadas ciegas que crean una imagen arquitectónica con textura que es reflejo del estilo neogótico victoriano. Alza la mirada y fíjate en cómo los arcos y las formas curvas que se proyectan hacia el techo abovedado crean una sensación de movimiento y amplitud en el espacio.
El sagrario que rodea el altar presenta una profusa decoración gótica, iconografía original y estatuas de figuras bíblicas de inspiración medieval. En dichas imágenes se combinan los elementos tradicionales de la Iglesia con las tradiciones decimonónicas canadienses. Dedica un momento a observar los altares laterales situados a la entrada del sagrario, que están esculpidos en madera revestida de pan de oro y adornada con piedras preciosas. El magnífico retablo situado detrás de los altares mide 15 metros de alto y en su centro tiene representado al Cristo de la Gloria. Fíjate en el enorme detalle que se puso en la construcción del altar principal, decorado con un relieve sobre un tabernáculo de bronce que representa la Resurrección, la Natividad y las enseñanzas de Cristo.
La Basílica-catedral de Notre-Dame está abierta todos los días para la misa y la oración privada. Sin embargo, se ruega a los turistas que la visiten entre las misas, por lo que deberás consultar su sitio web antes de ir a verla. Además, se ofrecen visitas guiadas de entre 30 y 45 minutos que deben reservarse con antelación. La basílica está bien comunicada por transporte público, hay plazas de aparcamiento y se encuentra cerca de Parliament Hill y de la Galería Nacional de Canadá.