En particular Mohamed, el joven marroquí que era el encargado, estuvo pendiente de nosotros todo el día, de trato muy afable, habla un inglés excelente. Tomamos deliciosos tés marroquíes con amigos que vinieron a visitarnos. el Riad Star es de super lujo, está decorado con un gusto exquisito marroquí y toques ingleses, por las bellas colchas y telas de los cojines. Realmente, me senti como una princesa. El silencio es mágico para escribir, el sonido de las fuentes en el patio, el desayuno es como un brunch. pasamos más tiempo en el Riad que en el exterior.fue una experiencia mágica y llena de sorpresas agradables.