Hoteles históricos en Londres

Londres atrae a muchos turistas por su legado histórico, lo que resulta evidente durante una visita a los monumentos más destacados. Visitar diferentes museos y presenciar fantásticas obras de teatro son dos excelentes maneras de emplear tu tiempo aquí. Aprovecha tu visita a esta zona cosmopolita para ver sus tiendas y comercios.

Londres tiene 24572 hoteles y otros alojamientos que puedes reservar en Expedia, entre ellos 3 hoteles catalogados como históricos, o cercanos a lugares de interés histórico.

Londres es conocida por sus monumentos y por puntos de interés como Big Ben, Palacio de Buckingham y Museo Británico. El teatro y los museos aportan un toque cultural a la ciudad, con lugares como O2 Arena, Royal Albert Hall y Museo de Historia Natural. Otros sitios interesantes son Trafalgar Square o Piccadilly Circus.

Quienes eligen un hotel histórico tienen la posibilidad de quedarse en un edificio reconocido por su importancia histórica. En el mundo se pueden encontrar hoteles históricos muy variados: castillos, palacios, o incluso antiguas comisarías o rascacielos. Independientemente de su origen, estos edificios son de gran interés histórico. Los hoteles históricos de Londres suelen conservar características originales en las habitaciones o en las zonas comunes, como una decoración o arquitectura tradicional.

Son bastante parecidos. “Hotel histórico” se usa en algunas regiones, mientras que, en otras, es más frecuente utilizar “hotel patrimonial”. Los hoteles históricos suelen destacar la arquitectura y el edificio. Los hoteles patrimoniales se centran principalmente en su valor cultural y su aporte a la comunidad local.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por mantener los elementos originales y las fachadas históricas, el interior del hotel cuenta con medidas de seguridad y servicios modernos. Los huéspedes contarán con las instalaciones habituales de un hotel, como habitaciones privadas con baños cómodos, wifi y mucho más. En Londres, reservar un hotel histórico no significa quedarse en un lugar incómodo ni anticuado.