El hotel está justo a lado de la estación de metro y de tren que viene desde el aeropuerto, también está a unos 500 mts del palacio de Buckingham, lo cual es increíble, tiene camas muy cómodas y a pesar de estar a lado de la estación no hay ruido, tiene un bar ideal para fines de semana un poco de diversión, solo la habitación era demasiado pequeña, casi no había espacio para dejar las maletas y el baño también muy pequeño, la ducha estaba limpia pero no impecable, sería bueno poner más atención a la limpieza de las duchas. El personal súper amable tanto en recepción y concierge como los meseros en el restaurante.