La plaza de la Constitución es la más importante de San Sebastián, la sede de distintas celebraciones y actividades. Este amplio espacio, antiguamente una plaza de toros, se halla rodeado de los majestuosos soportales de numerosos edificios señoriales. Al contemplarla es difícil no imaginar su larga y fascinante historia, y cómo se desarrolló la ciudad a su alrededor.
Las fachadas blancas de las estructuras presentan adornos y persianas de vivos colores, y de sus terrazas cuelgan abundantes flores en cascada. El pasado de este rincón donostiarra, que diseñó en 1817 el arquitecto Ugartemendia, es muy interesante: los números ubicados en la parte superior de las ventanas de los edificios circundantes indican los palcos de la antigua plaza de toros que ocupaba el lugar.
Aquí encontrarás también distintas tiendas con todo tipo de artículos, así como cafeterías con terraza perfectas para descansar con una bebida o un aperitivo y ver pasar a la gente. Te recomendamos probar los rollitos de hojaldre rellenos de fresas y chocolate, entre otros ingredientes.
Dada su ubicación céntrica y su importancia histórica, la plaza de la Constitución es un punto de reunión muy popular entre los donostiarras. Puedes quedar aquí con los amigos por la noche para tomar una copa de vino al aire libre. Siempre la encontrarás animada, llena de niños jugando y con una atmósfera muy acogedora.
En particular, la plaza cobra mucha vida durante las principales celebraciones de la ciudad, como la Tamborrada, en enero, y Santo Tomás, en diciembre. En estas fechas se instalan puestos que ofrecen las sabrosas chistorras y otras delicias típicas.
La plaza de la Constitución está situada en el corazón del casco antiguo de San Sebastián. Puedes incluirla en tu recorrido a pie por el centro histórico o llegar en autobús hasta una de las paradas de las calles principales. Aprovecha para ver otros lugares de interés de los alrededores, como la plaza de Okendo, el casino Kursaal y la iglesia de San Vicente.