Vive la fiesta del Redentore como un veneciano más

“El Carnaval no es el único evento que atrae a miles de visitantes a Venecia. El Redentore, una fiesta popular, va ganando adeptos que cada año se acercan a la Serenísima para disfrutar de un animado fin de semana. Sus orígenes se sitúan entre los años 1575 y 1577, cuando la peste asoló la ciudad, provocando la muerte de más de un tercio de la población. Para agradecer el final de la plaga se construyó la iglesia del Redentor, en la isla de la Giudecca. El proyecto fue encargado a Andrea Palladio, quien diseñó un templo de planta rectangular con una nave única, un transepto y tres ábsides. En el templo destaca la gran cúpula central y la fachada de mármol blanco e inspiración clásica. En su interior hay obras de maestros como Tintoretto y Veronese. Desde aquel lejano siglo XVI se decidió festejar anualmente el final de la peste con la construcción de un puente votivo.

Un puente hasta la Guidecca

Tradicionalmente la semana anterior al Redentore se construía un puente flotante formado por barcas conectadas entre sí. Actualmente estas han sido sustituidas por modernas embarcaciones en forma de plataforma que crean una pasarela que alcanza unos 330 metros de largo y une la isla de la Giudecca con el sestiere -o barrio- de Dorsoduro, a la altura de la iglesia del Santo Spirito.

Cena y fiesta en las barcas.

El sábado al atardecer, en torno a las siete de la tarde, los venecianos toman sus barcas, previamente decoradas con luces, flores y guirnaldas y ocupan el canal de la Giudecca para pasar allí la velada. En una noche tan esperada no puede faltar la comida ni la bebida. Para los visitantes sin amigos venecianos hay varias empresas que alquilan barcas, por ejemplo Brussa is Boat ofrece varios tipos de embarcaciones con y sin patrón. También se puede pasar la noche en unbarco con cena, bebida y música incluida. Para quienes no sean marineros expertos, es recomendable alquilar la barca con guía, ya que hay mucho tráfico de barcos y navegar por los canales no es sencillo.

Los que no tienen una embarcación pero sí amigos venecianos, pueden apuntarse a las mesas que los vecinos preparan en la _fondamenta -_u orilla del canal-, adornada con preciosos farolillos naranjas. La mañana del sábado los venecianos ultiman los preparativos para reunirse esa noche a cenar con familiares y amigos en un ambiente festivo, mientras esperan los fuegos artificiales. Por otra parte, los grandes hoteles de la ciudad, como el Monaco, The Gritti Palace o el Danieli, organizan cenas para la ocasión, aunque los precios rondan los 300€ el cubierto.

Los fuegos artificiales y el baño en el mar

El punto álgido de la noche son los fuegos artificiales, situados en varias barcas en pleno Bacino di San Marco (la zona de la laguna donde se sitúa la ciudad de Venecia). Las luces de los fuegos iluminan el canal y crean una imagen espectacular. A altas horas de la madrugada, aquellos que quieren seguir festejando se dirigen al Lido para darse un baño nocturno en la playa.

El domingo continúan las celebraciones con la famosa regata del Redentore que tiene lugar en el canal de la Giudecca y, como colofón de las fiestas, hay una misa votiva en la iglesia del Redentor.

Fotografía portada: Panorámica de la isla de la Giudecca desde el campanile de San Giorgio Maggiore, por Groume https://flic.kr/p/8Efcr3“