By Expedia Team, on April 3, 2020

Qué ver en Alicante: ciudad, playas y gastronomía.

“Existe un dicho que afirma que Alicante es “la millor terreta del món”. Se trata ya de una célebre locución con la que los alicantinos presumen de su “patria chica” y que se ha terminado convirtiendo en toda una embajadora turística por ella misma. Quizás por eso tanta gente elige viajar a Alicante en sus vacaciones.

Con más de 3000 años, Alicante es una de esas ciudades que siempre miran al mar. ¡Y qué mar! Tierra de marineros y piratas, de castillos y fortalezas; la ciudad es mucho más que un destino de playa. Entre sus incontables palmeras y bajo una deslumbrante luz, es conocida por sus arroces, sus fogueres y por el tardeo.

No sabemos si la capital de la Costa Blanca es, realmente, la mejor tierra del mundo. Lo que sí que tenemos por seguro es que tiene muchos ingredientes para serlo. Alicante suele gustar a todo el que se decide a conocerla y en Expedia te animamos a descubrir qué ver en Alicante.

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En Alicante es difícil elegir por dónde comenzar, aunque no es imposible. Playa, museo, restaurante, murallas o paseo, todas las opciones son buenas para sumergirse en esta ciudad y descubrir su carácter festivo y cálido.

Quizás, una buena manera sea comenzar desde las alturas, contemplar bien la silueta de esta ciudad por la que nos deslizaremos durantes los próximos días. Para ello, nada mejor que proveerse de buen calzado cómodo y subir caminando hasta el Castillo de Santa Bárbara, la fortaleza medieval de origen árabe, considerada Bien de Interés Cultural, que descansa sobre el Monte Benacantil, desde donde podrás dejarte seducir por la impresionante estampa de su bahía mediterránea acariciando la ciudad. Aunque, lo mejor es ir al atardecer, para disfrutar de una de las mejores puestas de sol de Alicante.

Y, sin duda, una vez arriba, es indispensable una visita al MUSA -Museo de la ciudad de Alicante- para comprender mejor la historia de la ciudad.

Si decides llevar a cabo tu ascenso caminando, callejea y piérdete por el barrio de Santa Cruz, uno de los más característicos y con más personalidad de la ciudad. Sus calles estrechas, sus edificios de fachadas encaladas y llenos de flores y, por supuesto, sus bares, son una visita fundamental para conocer la ciudad.

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Uno de los recorridos con más encanto de la ciudad es el que transcurre por su Casco Antiguo, un enclave en el que se dan cita el núcleo histórico y cultural de la ciudad y el principal foco de ocio nocturno. Los alicantinos lo denominan ‘El Barrio’. Una buena forma de recorrerlo es haciendo un free tour, aunque, si prefieres hacerlo por tu cuenta, no debes dejarte en el tintero sus principales monumentos, como la Concatedral de San Nicolás o la Basílica de Santa María, o sus principales vías y plazas, como la Calle Mayor, la Calle Labradores o la Plaza del Ayuntamiento.

Tal vez no sepas que Alicante sufrió mucho durante la Guerra Civil. Una buena forma de recordar y aprender más sobre ese triste capítulo de la historia es visitando el Centro de Interpretación de los Refugios Antiaéreos.

No te olvides de darte una vuelta por la famosa Explanada de España, con sus mosaicos -más de 6 millones y medio de teselas- que dibujan una figura ondulada de colores rojo, azul y blanco. Durante tu recorrido no pierdas de vista sus edificios históricos, tanto civiles como religiosos: la Casa Carbonell, el Ayuntamiento, la Diputación Provincial o el Teatro Principal.

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Pero no hemos de olvidar que estamos en una ciudad mediterránea y que no podemos dejar el mar de lado, pues sería privarnos de un elemento fundamental para la vida y la idiosincrasia de los alicantinos. Así que, además de caminar por su Paseo Marítimo, recuerda acercarte a la archiconocida playa de San Juan, Cala Cantalar, la playa de la Albufereta o la del Postiguet y darte un chapuzón, si el tiempo y la ocasión lo permiten. Y, por supuesto, acercarse a la zona del Puerto, donde siempre hay ambiente, gente que curiosea entre barquitos de pescadores y yates. Allí, además, hay una gran variedad de bares donde poder tomar algo.

Y desde el puerto, uno puede tomar un barco y dirigirse hacia la isla de Tabarca, la única isla habitada de toda la Comunidad Valenciana. Se trata de una excursión verdaderamente agradable. Formada por tres islotes, fue hace tiempo refugio de piratas y desde donde preparaban el asalto a las poblaciones costeras cercanas. Con el tiempo, se fortificó y pobló la isla y, actualmente, sus habitantes viven, principalmente del turismo.