Las mejores cosas que hacer en Menorca

“Menorca es un paraíso mediterráneo que ha sabido esquivar la presión turística en favor de preservar su biodiversidad. Solo con poner tus pies en la isla te darás cuenta de que aquí se vive a otro ritmo y que el sol brilla con otra fuerza. Y todo esto junto a yacimientos que te susurrarán al oído historias de otros tiempos.

No, no podemos ocultarlo, Menorca nos ha robado el corazón. Estamos seguros de que, una vez que visites la isla y te lances a probar algunas de las propuestas que te contamos a continuación, tú también te enamorarás de esta joya balear.

No lo dudes y elige ya tu hotel en Menorca, no te dejará indiferente.

### Pedir una caldereta de langosta en Fornells

Seguramente no te descubramos ahora el plato estrella de la cocina menorquina, pero visitar la isla y no disfrutar de una rica caldereta debería ser pecado. Sencilla pero exquisita, sabe incluso mejor en el encantador pueblo de Fornells: la brisa marina, las vistas a la bahía y la langosta recién pescada llevan la experiencia un paso más allá.

Muchos visitantes se sorprenden cuando descubren que la caldereta no lleva arroz: en efecto, se trata de un guiso hecho a base de tomates, cebolla, ajo y pimientos, acompañados de la reina del Mediterráneo, y cocinado con mucho mimo en una cazuela de barro. A la fiesta se apuntan unas finas rebanadas de pan tostado para que lo disfrutes bien a gusto.

### Hacer una ruta en kayak por la costa sur

Menorca es una isla perfecta para el turismo activo; rutas con un paisaje siempre cambiante para recorrer en bicicleta y numerosos senderos para reseguirlos a pie, como el Camí de Cavalls, son algunas de las propuestas reservadas para los viajeros más intrépidos.

Pero, ¿y si te proponemos practicar deporte a la vez que descubres las maravillas de la costa sur desde el mar? Entre la playa de Sant Tomàs y Cala Galdana encontrarás playas vírgenes, acantilados de infarto y cuevas ocultas que solo son accesibles desde el mar. Sube a bordo de un kayak y conoce los secretos de la costa menorquina.

### Disfrutar de la agitación ecuestre en los jaleos

¿Sabías que Menorca cuenta con una raza de caballos propia? De capa negra, cuello algo arqueado y tronco alargado, estos pura sangre son los protagonistas de las fiestas de Menorca gracias a los espectaculares saltos sobre dos patas en lo que conocemos como jaleos.

Las fiestas de Sant Joan, en Ciutadella, dan el pistoletazo de salida y son las más populares, pero si prefieres disfrutar de esta entrañable fiesta con más calma, tienes un montón de citas a lo largo del verano por las distintas localidades de la isla.

### Refrescar tus noches con una deliciosa pomada

En Menorca tienen su propia ginebra, Gin Xoriguer, por lo que no nos extraña que la isla también cuente con bebida propia: la pomada. Se trata de una combinación de ginebra y limonada que se sirve bien fría.

La puedes pedir en cualquier lugar y de cualquier forma: en vaso de tubo, en jarra para compartir o granizada para los días especialmente calurosos. Y un consejito: si estás en Ciutadella, pide al camarero un gin amb llimonada; “pomada” es como se la conoce en Mahón. ¡Les encantará el detalle!

### Descubrir la Menorca talayótica

Existen numerosos yacimientos arqueológicos a lo largo y ancho de Menorca, y tu estancia en la isla es la excusa perfecta para descubrir cómo vivían sus antiguos pobladores. Talayots, taulas, navetas funerarias, cuevas de enterramiento excavadas en muros de piedra son algunas de las construcciones que descubrirás si decides hacer un recorrido cultural por el pasado.

Algunas de las visitas más interesantes son las de los poblados talayóticos de Talatí de Dalt o Trepucó, en los alrededores de Mahón, la necrópolis de Cales Coves o la de Cala Morell, o la Naveta Des Tudons, una construcción funeraria que destaca por su excelente estado de conservación. Te será muy fácil cerrar los ojos y transportarte 4000 años en el tiempo.

### Admirar el atardecer en Punta Nati

Uno de los momentos más mágicos en Menorca es la puesta de sol. Ver cómo se oculta en el horizonte, tiñendo de tonos rosados el cielo e iluminando el mar es un acontecimiento casi místico que te hará conectar con la Tierra.

Cualquier punto de la isla es perfecto, aunque muchos deciden hacerlo junto al faro de Cavalleria o desde el mirador junto al Santuari de la Mare de Déu del Toro. Otro rincón bastante popular es el faro de Punta Nati, en el extremo noroeste.

El paisaje casi lunar de las rocas y el hecho de ser el extremo más occidental de la isla lo convierten en un enclave mágico. Con suerte, algún pequeño velero surcará las aguas justo en el momento en el que el sol roce la línea del horizonte para que la estampa sea perfecta.

Quizás te sorprenda no haber encontrado un plan de playa entre esta selección de propuestas para disfrutar de Menorca, pero eso es porque tienes a tu disposición todo un artículo dedicado a las ocho playas que no te puedes perder en Menorca para que sea casi imposible arrancarte de la orilla.

También puedes elegir alguna ruta a lomos de un caballo de raza menorquina: aquí encontrarás itinerarios de lo más sugerentes y catalogados por nivel de dificultad. Sea como sea, Menorca es de esas islas que enamora y que te ofrece un sinfín de propuestas para que lo único que quieras sea volver a poner tus pies en ella.”