Ruta por los pueblos con encanto de Gran Canaria

“¿Ya tienes tu vuelo y tu hotel en Gran Canaria reservados? Si es así, quizás ya hayas leído nuestro artículo sobre lo que no debes perderte en la isla y estés buscando más planes para explorar este paraíso natural. En este artículo, te proponemos que descubras el encanto de los pueblos canarios, los que conservan la arquitectura peculiar de la isla y los que tienen una personalidad diferente. ¿Te vienes de ruta?

### 1. Teror

Para muchos, Teror es el corazón de Gran Canaria, el pueblo imprescindible si solo tienes tiempo para conocer uno. En su centro histórico puedes visitar la basílica de Nuestra Señora del Pino, la patrona de la isla, rodeada de cuidadas calles empedradas con las montañas verdes de fondo. Admira los tradicionales balcones canarios adornados con flores sobre las fachadas pastel, un espectáculo de colores para llevarte fotos increíbles de tus vacaciones. Ah, y si quieres probar los productos típicos de Teror, llévate a casa unos chorizos de untar, unos mantecados o unos roscos de anís. ¡Los mejores de la isla!### 2. Agaete

Otro de los pueblos más queridos entre los canarios es Agaete, porque ha logrado conservar su esencia y su personalidad a lo largo del tiempo. Empieza tu ruta en el barrio marinero, llamado el Puerto de las Nieves, y no te pierdas la ermita ni la playa. Pasea por sus pintorescas calles buscando las casas adornadas con motivos marineros y pintadas de azul. Los alegres colores contrastan con la tierra oscura que rodea el pueblo y con las montañas rojizas de fondo. Si caminas por el paseo marítimo, llegarás a otro lugar imprescindible de Agaete: las tres piscinas naturales en las que los locales se dan un chapuzón para refrescarse antes de comer. No queremos ser pesados, pero ¡no te olvides la cámara o te arrepentirás!

### 3. Tejeda

A la sombra del roque Nublo encontramos uno de los pueblos más bonitos no solo de Gran Canaria, sino de todo el país. A 1000 metros de altitud y rodeado de picos verdes, Tejeda tiene un encanto diferente al de los pueblos costeros. Ten en cuenta que la temperatura es inferior a la del resto de la isla, así que no es mala idea llevarse una chaqueta. Es un pueblo pequeñito perfecto para recorrerlo a pie, con callejuelas con palmeras y almendros, además de las tradicionales casitas encaladas. Si tu escapada es en febrero o marzo, tendrás una oportunidad fantástica de conseguir fotos de Tejeda con los almendros en flor de fondo. Además, los artesanos del pueblo emplean la almendra para elaborar sus creaciones de repostería, como bienmesabes o polvorones. Una delicia, vaya.

### 4. Fataga

En un barranco del sur de Gran Canaria, rodeada de palmeras y pinos, Fataga es una aldea plácida y bien cuidada que mantiene su identidad canaria intacta. Aquí encontrarás los mejores ejemplos de arquitectura tradicional de la isla; sus casitas blancas están decoradas con piedras y algunas incluso lucen el nombre de sus propietarios junto a la puerta. Para conocer la esencia de Fataga, acércate a ver la iglesia de San José, pasea tranquilamente por sus empinadas calles, disfruta del silencio y haz un alto para degustar la gastronomía canaria. Y si quieres vivir una experiencia diferente, apúntate a una excursión en camello por el barranco, conocido como el valle de las Mil Palmeras. La verdad es que las vistas son alucinantes.### 5. Firgas

En Firgas, el agua es la protagonista. La importancia que ha tenido a lo largo de su historia es visible en el centro histórico del pueblo, en el que una cascada artificial de 30 metros adornada con flores se desliza calle abajo. El casco urbano es pequeño y muy cómodo para explorarlo a pie, así que olvídate de mapas y piérdete por sus callejuelas hasta tropezar con la iglesia de San Roque y alucina con las vistas sobre el Atlántico desde la plaza. Reconocerás el paseo de Canarias por los escudos de cada una de las siete islas del archipiélago, acompañados por una representación de su paisaje típico. Para disfrutar de unas espectaculares vistas sobre los barrancos de la zona, acércate al mirador de las Madres, a pocos minutos del centro histórico de Firgas.

### 6. Artenara

Estamos a solo 50 kilómetros de la capital, pero lo cierto es que nadie lo diría, y es que en Artenara el tiempo parece detenerse. Estamos en el pueblo más alto de la isla, un lugar rodeado de escarpadas montañas y en el corazón de la reserva mundial de la biosfera de Gran Canaria. El pueblo está salpicado de balcones con vistas de película al roque Nublo y el roque Bentayga, pero hay mucho más que ver y hacer en Artenara: la plaza San Matías, la capilla de la Virgen de la Cuevita, el faro de los Alisios y un largo etcétera. También puede visitar talleres de artesanos y llevarte a casa un jarrón o un mantel típico canario hechos a mano. ¿A que ya estás planeando cuáles de estos pueblos visitarás en vacaciones? Si también te apetece aprovechar tu estancia para practicar algún deporte de agua, no te pierdas nuestro artículo sobre cómo ponerte en forma en Gran Canaria. ¡Un planazo!”