Qué hacer y qué ver en tu escapada a Bari

“Para muchos viajeros, La Apulia es la gran desconocida de Italia. Esta región al sur de la península es la que conforma el famoso “tacón” del mapa italiano. Si te animas, primavera y otoño pueden ser las mejores épocas para pasar unos días.

Es el momento en que el calor no aprieta y, sin embargo, podrás disfrutar de un sol y una luz espectaculares. Además, las temperaturas más suaves te invitarán a dar largos paseos, organizarte algunas excursiones por una de las zonas más auténticas de Italia y pasar mucho tiempo al aire libre.

Nosotros quedamos fascinados por La Apulia y te vamos a proponer qué ver y qué hacer en una de sus ciudades más emblemáticas. Se trata de Bari, la capital regional y la tercera urbe de la zona austral, por detrás de Nápoles y Palermo.

Si lo que te apetece es conocer la región al completo, no te pierdas nuestro artículo “20 cosas que ver en Apulia”.

Sin duda, merece la pena que programes un fin de semana por estas tierras donde no faltan opciones para disfrutar de lugares muy especiales, contemplar algunos monumentos y probar platos imprescindibles de la gastronomía local. ¡Quédate con nosotros y te llevamos a Bari!

La Apulia, un lugar con su propia historia
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El tacón geográfico de la bota que conforma Italia ha pasado milenios encapsulado en el tiempo. Esta región, donde la lluvia apenas aparece, se configuró como una especie de país dentro de otro país. Incluso sorprende que sus habitantes se expresaran en una especie de griego antiguo, heredado de la Grecia Clásica.

Esto nos da una idea de su composición como territorio, mucho antes de que naciera la propia Roma. Sus peculiaridades dieron rienda suelta para que se forjaran leyendas y mitos y que, según cuentan, sirviera de refugio para peligrosos bandoleros.

Pero primeramente, antes de que los italianos fueran italianos, el entorno fue considerado una especie de feudo fronterizo por el que pasaron griegos, bizantinos o españoles. También fue encargado de marcar los límites entre los imperios cristianos e islámicos. De ello dan buena fe la enorme cantidad de torres defensivas que se extienden por toda la costa.

Sin embargo, ha sido precisamente esa autarquía la que ha permitido a este sur espectacular conservar toda su esencia y autenticidad. Alejada del turismo, que apenas ahora empieza a descubrirla, se puede disfrutar de sus pueblos marineros, de sus villas rurales, de sus peculiares construcciones y de sus exquisitos platos. Todo ello sin tener que hacerse sitio entre una masa de visitantes.

Bari: la capital como campamento base
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Bari es la segunda ciudad más poblada del sur de Italia y también es la capital de esta región. Es la urbe más conocida de la zona y la más visitada por los forasteros ansiosos por conocer una zona tan poco transitada.

Es aquí donde te proponemos que te instales durante tu escapada. La oferta de hoteles en Bari es muy variada y puedes visitar otros lugares imperdibles que se encuentran muy cerca. Para ello puedes servirte de las excursiones organizadas o, mucho mejor, alquilar un coche y trazarte tu propia ruta.

No te preocupes porque vamos a ayudarte a sacar todo el jugo a tu estancia en la zona. Pero, antes de dirigirnos hacia algunos pueblos de indudable valor y belleza, vamos a conocer un poco los encantos que nos tiene reservados la capital.

### La Città Vecchia

La Ciudad Vieja o Bari Vecchia es el auténtico corazón de la urbe. Es un entramado laberíntico de estrechas callejuelas con connotaciones medievales. La vida bulle en cada callejón. Los habitantes son afables y siempre están dispuestos a intercambiar unas palabras amables con los visitantes.

Cuesta no dejarse seducir por la vida cotidiana, los niños jugando, la mamma tendiendo la ropa, el olor a jabón, el fruttiera pregonándote su deliciosa fruta… No cabe duda, el corazón de la vieja Bari late con fuerza y eso forma parte de su encanto.

Pero igual de emocionante resulta encontrarse con su entorno amurallado. Desde arriba podrás obtener una de las vistas más hermosas de La Perla del Adriático. Aprovecha para tomar algunas panorámicas, serán espectaculares.

#### La vida en las piazzas

Hemos llegado a una de las piazzas más notables que salpican la ciudad. Estamos en la Piazza Ferrarese. Desde aquí gozarás de las vistas hacia un hermoso puerto que despliega todo su encanto cuando llega la noche y entra en juego una bien estudiada iluminación. A un lado, perfilado por un precioso palmeral, se hayan la Columna Trajana y el Teatro Margherita.

El centro histórico está plagado de construcciones religiosas. Podrás visitar conventos, iglesias, claustros… muchos de ellos en honor del patrón de la ciudad, San Nicola. Aprovecha para entrar en la Basílica de San Nicola, la catedral de San Sabino o la iglesia de San Marco.

El epicentro de la Bari antigua lo componen dos plazas, la Ferrarese y la Mercantile. Cuando cae la tarde, y hasta altas horas de la madrugada, la zona se llena de universitarios que se divierten tomando una copa en la calle o disfrutando de los típicos helados. Puedes aprovechar para elegir un local donde tomar algo o unirte a uno de los grupos de jóvenes. Son muy acogedores.

### La Ciudad Moderna

Tienes que dedicar un paseo a la zona más moderna de la capital de La Apulia. Es una zona más comercial, donde encontrarás los locales de las grandes firmas de la moda. No en vano a Bari también se la conoce como “la Milán del Sur”.

Piérdete por sus bulevares llenos de tiendas, restaurantes y teatros. La “milla de oro” de la ciudad se encuentra en la Via Sparano. Esta calle ha sido elegida por las marcas más lujosas. Si buscas los mejores restaurantes o el mejor lugar en el que disfrutar de un buen café, tienes que hacer un alto en Corso Vittorio Emanuele.

Las excursiones más interesantes
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Desde Bari existen varias propuestas para visitar algunos pueblos vecinos que esconden auténticos tesoros. Nos ponemos en marcha y te acompañamos para que los disfrutes y descubras sus encantos.

### Alberobello

A una hora en coche te encontrarás con uno de los pueblos más raros y extravagantes de toda Italia. Se trata de Alberobello. Aquí llegan los turistas atraídos por unas construcciones típicas únicas, los trullos.

Estos edificios cónicos con techos de piedra son Patrimonio de la Humanidad y dan a la villa cierto aspecto de pueblo salido de un cuento de hadas. Lo cierto es que los trullos tienen su historia.

Estas casas blancas de piedra caliza deben su construcción a la picaresca de los aldeanos. En tiempos feudales, el Conde de Acquaviva era el señor de las tierras. Decidió que sus vasallos no podían emplear el terreno nada más que para el cultivo y prohibió expresamente levantar construcciones destinadas a la vivienda o, de lo contrario, tendrían que pagar un tributo.

Los campesinos, para eludir los impuestos, idearon una edificación que podían desmantelar rápidamente en caso de necesidad. Por ello, los trulli de Alberobello están levantados sin emplear mortero y, cuando los españoles realizaban batidas, los recaudadores se encontraban con el terreno baldío.

Hoy en día se han convertido en un elemento patrimonial de gran valor arquitectónico. El más antiguo tiene más de 200 años y aún siguen siendo habitados. Muchos de ellos también sirven de puestos artesanales donde podrás adquirir una reproducción de un trullo para que te lo lleves a casa. En otros, reconvertidos en restaurantes, podrás catar los ricos vinos de la zona y probar quesos y embutidos típicos.

### Matera

A poco más de una hora de la costa adriática de Bari hacia el interior llegarás a Matera, otro de los pueblos más pintorescos y peculiares de la zona, ya en la región de Basilicata. También es un lugar famoso por sus particulares construcciones que, igualmente, son Patrimonio de la Humanidad.

La ciudad se hizo muy famosa a raíz de que fuese elegida por Mel Gibson como escenario para el rodaje de su conocida película “La Pasión de Cristo”. Aunque no ha sido el único contacto con el cine que ha tenido la ciudad. Ya apareció en “El Evangelio Según San Mateo”, de Pier Paolo Passolini; “El Árbol de Guernica”, de Arrabal; o “La Profecía”, de John Moore.

Gracias a ello, muchos viajeros descubrieron un entorno que aún es más imponente in situ. Se trata de los Sassi de Matera. El espacio ha sido calificado como un ecosistema urbano único, que viene siendo habitado desde el Paleolítico.

La ciudad es de piedra y ha sido excavada en la propia montaña. Algunos de los utensilios que han sido rescatados de la zona han sido datados 13000 años a. de C. De hecho, muchas de las viviendas que se adentran en el barranco llevan siendo habitadas, sin interrupción, desde la Edad de Bronce.

A ellas, gracias a un escrupuloso sentido del respeto y la conservación de los espacios naturales, se han ido uniendo construcciones de todas las épocas, hasta llegar a la actualidad.

No te prives de dar un paseo por ese laberinto de callejuelas de toba volcánica y contemplar ese prodigio arquitectónico, en el que los techos de unas casas sirven de suelos para otras. Será difícil que te encuentres ante otro paisaje tan singular.

Qué comer en Bari
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Toda la región de La Apulia es famosa por la riqueza de su gastronomía y Bari es un lugar plagado de restaurantes y casas de comida en los que probar las delicias más típicas de esta zona. Además, los restaurantes y trattorias de las zona tienen fama de ofrecer una excelente variedad a precios muy razonables.

No te puedes ir de Bari sin probar las orecchiette fatte a mano u orejillas hechas a mano. Su nombre viene de la forma que dan a la pasta. Puedes probarla con una salsa de tomate y un poco de albahaca. ¡Están estupendas!

Otro plato típico es il riso alla barese o arroz a la barese. Delicioso con su acompañamiento de patatas y mejillones.

Los pescasdos frescos, la polenta frita, el cavatelli frutti di mare (pasta con marisco), il calzone barese, con su relleno de cebolla, huevo, pecorino, aceitunas…

Y no te olvides de probar los ricos dulces y postres de la zona: bocconotti, paste reali, castegnedde y zeppole.

Como puedes ver, una escapada a Bari puede dar para mucho y seguro que te resultará una experiencia muy agradable. Aprovéchala al máximo y saca todo el jugo al “tacón de la bota”.”