Guía práctica para celebrar el Día del Rey en Ámsterdam

“La capital de los Países Bajos es uno de los destinos más frecuentados por los viajeros que se dirigen al norte de Europa, especialmente los más jóvenes, pues se ha hecho famosa a nivel mundial por la jovialidad de los holandeses, su gran variedad de bares y locales de ocio nocturno, sus archiconocidos coffee shops y el mítico Barrio Rojo. Sin embargo, Ámsterdam mantiene su esencia holandesa en cada calle, cada esquina y en cada edificio, y esta fiesta nacional es una de las mejores ocasiones para descubrir la cultura de este hacendoso pueblo que ha logrado ganarle tierras al mar. No dejes de leer si quieres saber cómo divertirte celebrando el Día del Rey en Ámsterdam.

El Día del Rey (Koningsdag) en Ámsterdam
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Cada 27 de abril, los Países Bajos celebran una de sus fiestas más importantes. Todas las poblaciones de Holanda se llenan de mercadillos de segunda mano, de comida casera o de artesanía. Por todas partes se organizan actuaciones, eventos culturales y conciertos, todos los bares sirven cerveza a raudales y la gente, ataviada con llamativas ropas de color naranja, baila alegremente por las calles, pero en ningún lugar se vive esta fiesta tan intensamente como en Ámsterdam. De hecho, en Ámsterdam las celebraciones empiezan el día anterior, lo que se conoce como la Noche del Rey.

Tal vez os preguntéis por qué el color naranja predomina en este día, y el motivo es muy sencillo, ya que orange, en inglés, es tanto el propio color naranja como el apellido de la familia real holandesa, muy querida en el país y que suele mezclarse con la gente en las calles en alguno de los municipios donde se producen las celebraciones más concurridas. ¡Tal vez vosotros tengáis la suerte de codearos también con la realeza holandesa!

Consejos para celebrarlo como un holandés más
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Ya hemos dicho que esta es la ocasión ideal para salir de fiesta en Ámsterdam, pero también lo es para conocer un poco más de la cultura holandesa y sumergirse en ella. Para que no os perdáis en la abrumadora marea naranja de sus calles, os damos algunos consejos para sacarle el máximo partido a esta celebración:

En primer lugar, cuidad vuestro atuendo, ya que el naranja es el color indispensable para integrarse con la multitud en este día y para celebrar junto a los holandeses. No os cortéis: cuanto más llamativa sea vuestra ropa, mucho mejor.

Llevad calzado cómodo, aunque no sea naranja, ya que tanto los taxis como el transporte público quedan restringidos en el centro de la ciudad durante este día, por lo que tendréis que caminar mucho.

Antes de ir al vrijmarkt, tened calderilla a mano, porque muchos vendedores no tienen cambio de billetes grandes y este es el único día del año en que se permite legalmente el regateo.

No podéis llevar más de una bebida alcohólica a la vez. Aunque Ámsterdam es una ciudad muy liberal, en el Día del Rey la regulación con respecto al alcohol en lugares públicos es muy estricta, por lo que es muy probable que algún policía os confisque las botellas de más que tengáis en las manos.

Eventos en Ámsterdam
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El primer sitio al que os recomendamos ir es al vrijmarkt, que significa literalmente mercado gratis. Durante el Koningsdag se permite a cualquiera comerciar en la calle sin necesidad de licencia, por lo que Ámsterdam se convierte en un enorme mercado callejero donde encontraréis de todo, desde juguetes viejos hasta ropa de segunda mano.

También podéis divertiros con algunos juegos típicos, como el koekhappen, que consiste en arrancar con la boca un trozo de pastel de un hilo, o el spijkerpoepen, en el que los participantes se atan alrededor de la cintura un cordel con un clavo colgando, el cual deben tratar de introducir dentro de una botella sin las manos.

Otra gran atracción es el desfile de vistosas barcas que llenan los canales de la ciudad. El Prinsengracht es uno de los más concurridos debido a que es el más amplio de Ámsterdam. Lo mejor es que nadie necesita invitación para unirse al jolgorio general y muy a menudo las embarcaciones se detienen en las orillas para ayudar a subir a cualquiera que desee unirse.

Además, los museos más populares, como el de Van Gogh, la Casa de Ana Frank y el Rijksmuseum están abiertos, por lo que pueden ser una buena opción para descansar entre fiesta y fiesta.

Por último, es posible que tengas la suerte de ver a la familia real en persona, ya que cada año eligen una ciudad del país para unirse a la gente que celebra la fiesta y participar de las tradiciones holandesas.

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