El arco del Almirantazgo es un monumento eduardiano espectacular situado a las puertas de la avenida que da acceso al palacio de Buckingham. Admira la perfecta arquitectura de sus majestuosos arcos y busca un elemento extraño que fue añadido en la parte izquierda del arco central.
La estructura está unida al antiguo edificio del Almirantazgo, de ahí su nombre. Durante siglos, fue la sede de la Marina Real. El arco fue encargado en 1910 en conmemoración de la reina Victoria. En la inscripción latina de la parte superior del arco puede leerse: “Anno decimo Edwardi Septimi Regis Victoriæ Reginæ cives gratissimi MDCCCCX” (En el décimo año del rey Eduardo VII, a la reina Victoria, de los ciudadanos más agradecidos, 1910).
Diseñado por Sir Aston Webb, el arco formaba parte de un plan mayor que pretendía transformar The Mall en un majestuoso bulevar real. En 2013, el gobierno británico aprobó los planes de restauración del arco y, actualmente, su interior acoge residencias y un hotel de lujo.
Observa la impresionante arquitectura del arco, con una sección central diseñada para asemejarse a una puerta triunfal. Por el arco central pueden pasar vehículos, pero este pasaje solo está abierto al tráfico en ocasiones especiales. Los arcos laterales sí que permiten el paso de vehículos y los externos, de menor tamaño, están abiertos para el paso de los peatones.
Cuando pases por el arco desde Trafalgar Square, trata de encontrar un detalle extraño en el arco derecho. En la pared, a unos 2 metros de altura, podrás observar una protuberancia del tamaño y forma de una nariz humana. Hay varias leyendas sobre su origen algunas apuntan que se modeló como tributo al duque de Wellington, de quien se decía que tenía una nariz prominente. En 2011, el artista Rick Buckley alegó haber añadido la nariz en 1997, en respuesta a las cámaras de seguridad que se estaban instalando por la ciudad y "metían las narices donde no se les llamaba".
El arco del Almirantazgo se erige en el lateral sudoeste de Trafalgar Square. Puede llegarse hasta aquí en varias líneas de autobús o en metro hasta la estación Charing Cross. Muy cerca de este monumento, puede visitarse el St. James Park o el palacio de Buckingham.