By Expedia Team, on March 7, 2019

Recorrido por Japón: una aventura a tu medida

“El país del sol naciente te espera, conoce qué lugares de interés hay en las principales ciudades de Japón y qué ver y hacer en un viaje único que recordarás para siempre.

Antes de empezar, encuentra tuvuelo a Japón.

### Prepara un viaje inolvidable a Japón.

Pues ya estás aquí, acabas de aterrizar, te encuentras en el aeropuerto de Haneda y tienes un jet lag atroz tras tantas horas de vuelo, pero nada puede con tu ilusión. Tu primer viaje a Japón empezará en Tokio, pero no solo quieres vivir la faceta más “loca” de Japón, sino descubrir el país de forma algo más auténtica fuera de las principales rutas turísticas. No obstante, lo primero es desplazarse hasta la ciudad con el monorraíl de Tokio, desde la ventana del tren verás pasar los rascacielos y las pantallas publicitarias digitales de metros de altura, da la sensación de estar dentro de una película de ciencia ficción.

### En la estación de Tokio

rsz_tokyo_bahnhof-1024x768.jpg?1551974950

En los próximos días tampoco te faltará con qué sorprenderte: sigue a las masas de turistas hacia la calle comercial Nakamise en Asakusa, donde puedes comprar algún recuerdo de Japón, y de allí a Sensoji, el templo más venerado de Tokio. Por 100 yenes, puedes tirar de una varilla de “omikuji” (literalmente, “lotería divina”) con un número que corresponde a una predicción. Si te toca “daikichi” (muy buena suerte) el resto del viaje no te deparará nada malo. Si te entra hambre, ve a la cadena de restaurantes de sushi Kappa Sushi, en el que la comida llega hasta ti montada en un “minishinkansen”.

Los siguientes días serán igual de sorprendentes: visita Harajuku, con sus estrafalarias tiendas de moda, y después descansa de tanto barullo en el santuario Meiji y su correspondiente parque. Además, tienes opciones de sobra para ver Tokio desde arriba, entre la Tokyo Tower y el Tokyo Skytree, que con sus 634 metros es el edificio más alto de Japón, no te puedes perder lo hipnótico que es ver a masas de gente cruzar los enormes pasos de peatones de Shibuya.

### La Tokyo Tower y el Tokyo Skytree

rsz_tokyo_skytree.jpg?1551974973

En tu cuarto día en Japón ha llegado la hora de ir más allá: tomarás el “shinkansen”, el tren nacional de alta velocidad, y te pondrás en camino a la estación de Kioto. Si tienes pensado recorrer un poco Japón, es recomendable comprar el Japan Rail Pass antes de llegar al país. Como los vuelos insulares y los viajes individuales en “shinkansen” son caros, y como tampoco vale la pena alquilar un coche debido a los peajes y a los numerosos embotellamientos y límites de velocidad en muchos puntos, sale rentable comprarse un Japan Rail Pass, que se amortiza con tan solo dos trayectos en “shinkansen”. Así que disfruta de las vistas desde tu cómodo asiento en el tren de alta velocidad. Si el cielo está despejado, puedes ver incluso el monte Fuji en la distancia, mientras el tren pasa raudo por campos y atraviesa túneles a casi 300 kilómetros por hora.

Y entonces llegarás a la estación de Kioto con su interesante arquitectura moderna. Reserva unos tres días para visitar la antigua capital de Japón (desde el año 794 hasta 1868); el Fushimi Inari Taisha, el famoso santuario con sus más de 5000 “torii” rojos que representan puertas sintoístas es una visita imprescindible y, por supuesto, no te vayas de Kioto sin haber visto los templos Ginkakuji (Pabellón de Plata) y Kinkakuji (Pabellón Dorado), que se elevan de forma resplandeciente y majestuosa sobre el tradicional jardín japonés. Si además quieres hacer algo especial, que es pasar una tarde como geisha o “maiko” (así se llama a las geishas en formación) en el tradicional barrio de Gion, en Kioto, puedes hacerlo en sitios donde ofrecen el servicio en inglés.

### Fushimi Inari Taisha

Planea una breve visita a las ciudades de Nara y Osaka, que quedan a poca distancia en tren de Kioto. Sin embargo, antes de marcharte hay algo que no te puedes perder: el Matcha Maruto Parfait, en el establecimiento Nakamura Tokichi de la estación de Kioto (Kyoto Isetan, tercera planta), ya que al fin y al cabo Kioto es famoso por su intenso (y sanísimo) té verde, cuyo sabor dulzón y amargo a la vez combina muy bien con una gran cantidad de dulces y pasteles; el Parfait es solo una de tantas opciones.

Una vez llegues a Nara, no olvides hacer una pequeña excursión al templo Todaiji, con su enorme estatua de bronce de Buda (de nada menos que 15 metros de altura) y sus numerosos ciervos, que pasean libremente por los terrenos del templo y posan pacientemente para las fotos o tienen la osadía de intentar mordisquearte los bolsillos en busca de algo de comer. Al caer la tarde desplázatehasta Osaka, donde puedes admirar las luces de colores que decoran las tiendas y probar las especialidades locales, como el “takoyaki” (bolitas de pulpo) y el “okonomiyaki”, en uno de los numerosos locales en los que se preparan estas tortitas japonesas en un gran hornillo justo delante de ti.

### Miyajima con vistas a la puerta roja de Hiroshima

rsz_hiroshima__-_miyajima.jpg?1551975151

Al día siguiente, en el que se cumple algo más de una semana de tu llegada a Japón, sal de la región de Kansai y pon rumbo a Hiroshima para visitar dos lugares que son Patrimonio de la Humanidad: uno es la Cúpula de la Bomba Atómica, cuyos restos en el centro de Hiroshima recuerdan tristemente la explosión de dicha bomba en Japón en 1945 y la gran importancia de mantener la paz. El otro es Miyajima, que literalmente significa “isla del santuario”, una pequeña isla a la que se puede llegar con el ferri en solo diez minutos. Su atracción principal es el santuario Itsukushima, que queda en medio del mar y cuya puerta roja rodean las olas cuando hay marea alta; se considera uno de los tres lugares más bonitos de Japón. El santuario también es un lugar muy popular para celebrar bodas y, si tienes suerte, es posible que veas a una pareja de novios japonesa con el tradicional kimono. Otra atracción de la isla es el monte Misen, al que es muy fácil llegar con el teleférico y que ofrece vistas espectaculares del mar y de Hiroshima a lo lejos, y en el que te encontrarás de nuevo con numerosos ciervos mansos que se pasean libremente. Antes de despedirte de la isla, ármate de valor y prueba la especialidad de la región, llamada “anago”, anguila a la parrilla sobre un lecho de arroz. ¡Sabe mucho mejor de lo que imaginas!

Después toca seguir viaje a la última prefectura de tu visita a Japón: Oita, en la isla de Kyushu, que queda en el extremo sur del país y es de las más famosas por las aguas termales llamadas “onsen”. Pero antes de darte un relajante baño, ve hasta Beppu para visitar allí los ocho “onsen jigoku (infierno)”, que, como su nombre indica, burbujean con un calor infernal y fascinan con sus distintos colores (de azul turquesa a rojo intenso). Al caer la tarde te sumergirás por fin en las cálidas aguas: no te falta donde elegir ante la gran cantidad de casas de baño que hay en la región, pero te recomendamos la zona de baño que hay en las azoteas del hotel Suginoi. Tienes que rascarte un poco el bolsillo porque la entrada cuesta 2200 yenes, pero a cambio ofrece varias piscinas con distintos minerales y unas impresionantes vistas de Beppu.

rsz_beppu_-_jigoku_onsen1.jpg?1551975131

Tras casi dos semanas, puedes volar de vuelta a Tokio para subirte al avión que te llevará a casa, con el corazón un poco encogido, pero con muchas impresiones y recuerdos nuevos en la maleta. Te aseguramos una cosa: ¡a Japón vuelves fijo!

¿Dónde alojarte en Tokio? Te recomendamos que empieces a buscar tu hotel en Shibuya.