By Expedia Team, on October 25, 2017

Los secretos low cost de Barcelona

“Barcelona es una ciudad dorada: por el sol que la ilumina prácticamente todo el año, por la cerveza que fluye a raudales y por la arena que cubre sus playas urbanas. Por todas estas razones, es una metrópolis vibrante, romántica y especial que se puede visitar y vivir de muchas maneras diferentes. Sigue leyendo para descubrir los mejores parques, museos y locales donde podrás disfrutar de una experiencia auténtica y, por qué no, low cost.

Empieza por la parte más antigua de Barcelona, el Barrio Gótico. Se extiende al este de las famosas Ramblas, la arteria principal de la ciudad y lugar de concentración de turistas y artistas callejeros, que une la plaza de Cataluña con la zona del Puerto Viejo y el mar. Adéntrate por un laberinto de callejuelas y pasea sin rumbo entre tímidas plazas y severas iglesias medievales, terrazas de bares, pastelerías y escaparates de todo tipo. En este barrio se encuentran los edificios más antiguos de Barcelona, así como numerosas tiendecitas y comercios históricos, ya que era el núcleo original de la ciudad.

Las Ramblas y el Barrio Gótico son las zonas más antiguas de la ciudad

No te sorprendas si al doblar una calle te encuentras con un grupo de personas bailando con una sorprendente coreografía; seguramente se trate de una sardana, el baile típico catalán. Es también un símbolo del orgullo y la unidad de la región, como demuestra el simple hecho de cogerse de la mano y bailar en círculo con movimientos fascinantes, integrados por pasos pequeños pero precisos. Todos pueden participar en el baile, niños y mayores, pero debes ser prudente: no aprecian a los turistas que se lanzan a bailar y les hacen perder el ritmo. Puedes disfrutar de este baile en el famoso festival Nit del Foc (Noche del Fuego) que se celebra el 24 de junio por San Juan, pero también durante todo el verano, cuando los días son más largos y luminosos. Entre las 18:00 y las 18:30, es habitual encontrarse con grupos que bailan sardana en el centro, como en los alrededores de la catedral.

La Sardana, un símbolo de Cataluña
Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons

Prosigue el paseo y dirígete a la Fundación Joan Miró, situada en el enorme parque que se encuentra en la montaña de Montjuïc, adonde podrás llegar con el teleférico. La estructura del museo es en sí misma una obra de arte, realizada de manera conjunta por el artista y el arquitecto catalán Josep Lluís Sert, que ha creado un edificio perfecto para poner de relieve las obras de Miró.

Piérdete en los espacios de la Fundación Miró
Courtesy of © Fondazione Joan Miró

Disfruta de la tranquilidad sentado en una de las mesas de la cafetería rodeada de la vegetación del jardín, a ser posible en compañía de un buen libro.

De regreso de Montjuïc, visita uno de los lugares más peculiares de Barcelona. Se trata del Laberinto de Horta, la zona verde más antigua de la ciudad, que se remonta al año 1791. Para visitarlo, aléjate de las rutas turísticas tradicionales y dirígete al norte del centro. Su nombre no engaña: en el interior de este parque, además de un jardín de estilo neoclásico y otro de estilo romántico, se encuentra un fabuloso laberinto de cipreses que te harán pensar inevitablemente en el laberinto de Creta. ¡Ten cuidado de no perderte!

Si consigues encontrar la salida del laberinto, regresa al centro de la ciudad para admirar el Museo del Diseño de Barcelona, dedicado íntegramente a la historia del diseño.

Llegada la noche, puedes coger una bicicleta para admirar una versión luminosa y sugerente de la ciudad en la plaza de las Glorias Catalanas. Después, continúa hasta el mar y relájate en uno de los chiringuitos de la playa de la Barceloneta. Aquí podrás recobrar las fuerzas con unas cañas y unas tapas deliciosas: no te pierdas el pa amb tomàquet (pan con tomate), el jamón serrano, las olivas, los boquerones y las patatas bravas.

Y aquí te dejamos, pero Barcelona tiene todavía mucho más que ofrecer. Es una ciudad abierta llena de encantos, ¡así que disfrútalos!

PARA SABER MÁS: 48 horas en Barcelona