Visita al Coliseo de Roma: todo lo que debes saber

“¿Todo a punto para encontrarte cara a cara con el pasado? El Coliseo de Roma es el símbolo de la ciudad. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y considerado una de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo Moderno, se trata de uno de los edificios más emblemáticos del Imperio romano. Pese a su estructura dañada, es uno de los monumentos de la arquitectura romana que mejor se han conservado. Así que sí, no lo dudes y apúntalo en tu itinerario ya que es claramente una visita obligatoria en tu viaje a Roma para sentir toda la magia de la historia en tu propia piel.

### El Coliseo en la antigüedad

Este imponente edificio, de 156 metros de ancho y 57 de altura, se terminó de construir en el año 80 de nuestra era, bajo el reinado del emperador Tito, así que casi 2000 años de historia han pasado por sus piedras. Tenía capacidad para 65 000 personas, se usó durante 500 años de forma ininterrumpida y su finalidad era albergar espectáculos que sirvieran de entretenimiento al pueblo romano.

Inicialmente se llamaba Anfiteatro Flavio, ya que fue la dinastía de este emperador la que ordenó su construcción en el siglo I. El nuevo nombre le vino de la mano de una estatua llamada El Coloso de Nerón que se alzaba muy cerca.

En la Antigüedad, en el Coliseo se realizaban actividades y espectáculos realmente sangrientos que el público adoraba. Todos hemos visto películas en las que se desarrollaban luchas de gladiadores contra otros gladiadores o contra leones. Al parecer, la escena del emperador perdonando o condenando con el pulgar no es más que un mito, pero lo que no lo fue son las luchas a muerte contra todo tipo de animales exóticos, las ejecuciones, las batallas navales (muy curioso, llenaban la arena de agua hasta que esta alcanzaba un metro de profundidad), las peleas de gladiadores y las obras de teatro basadas en la mitología antigua en las que morían actores.

### Cambios en los usos del Coliseo

Pese a que el Imperio romano cayó en el 476 d.C., los bizantinos siguieron utilizando el Coliseo hasta el siglo VI, aunque precisamente en ese siglo el monumento sufrió varios saqueos, terremotos y bombardeos, así que quedó bastante dañado.

Desde ese momento y hasta la actualidad, el Coliseo de Roma ha tenido muchos usos. Ha servido como refugio, fábrica, almacén, cementerio y hasta ha hecho las veces de castillo para la nobleza. En la Edad Media fue la cantera de Roma: de él se extraían piedras para construir otros edificios de la ciudad, como la basílica de San Pedro del Vaticano. Funcionó como cantera hasta que se convirtió en santuario cristiano, momento en el que empezó a estar protegido.

Actualmente es un monumento de visita indiscutiblemente obligada cuando se pasa por Roma. De hecho, la visita de seis millones de turistas lo atestigua cada año.

### Algunas curiosidades

– Las localidades del Coliseo estaban organizadas siguiendo una marcada jerarquía que dividía al público por zonas. Cuanto más estatus social y económico tenían los asistentes, más cerca estaban de la arena.
– Se calcula que en él murieron unas 400 000 personas y más de un millón de animales, que provenían de todo el territorio del Imperio romano.
– La inauguración del Coliseo en el año 80 de nuestra era duró 100 días, como muestra de la diversión que venía a ofrecer. Se dice que en esos 100 días murieron más de 5000 animales.
– Este anfiteatro romano era tan impresionante que hasta el siglo XX no se construyó ningún edificio que igualara o superara su capacidad.
– El Coliseo se ha convertido en todo un símbolo contra la pena de muerte. Cada vez que en el mundo alguien es condenado a esa pena, el Coliseo se ilumina para protestar contra ello.
– Sigue muy ligado a la religión cristiana, ya que el Papa, cada Viernes Santo, conduce el Viacrucis hasta allí.
– Actualmente también alberga un museo dedicado al dios griego Eros.

### Información práctica para tu visita al Coliseo

– Se encuentra en la Piazza del Colosseo, a la que puedes llegar con las líneas B del metro, bajándote en la parada Colosseo.
– Hay una entrada conjunta para visitar el Coliseo, el Foro Romano y el monte Palatino, que tiene un coste de 12 EUR para adultos, 2 EUR para visitantes de la Unión Europea de entre 18 y 24 años, y es gratuita para los menores de 18 años. La entrada es válida para visitar los tres espacios durante dos días consecutivos, aunque solo sirve una vez por monumento.
– El Coliseo está abierto todos los días del año excepto el 25 de diciembre, el 1 de enero y el 1 de mayo.
– El horario varía en función de la época del año en que lo visites: va desde las 08:30 hasta las 19:15, pero te recomendamos que lo consultes previamente porque durante gran parte de la temporada cierra antes. Además, ten en cuenta que la última entrada se permite una hora antes del horario del cierre.
– Una última recomendación: te aconsejamos que saques la entrada con antelación para ahorrarte colas innecesarias.

Está claro que las visitas al Coliseo, al Foro Romano y al Palatino te dejarán sin aliento, así que si quieres recuperarlo puedes buscar una terracita o un restaurante en el encantador barrio de Trastévere donde relajarte. ¡Tienes el barrio justo cruzando el río Tíber! Y si lo que te apetece es algo dulce, recuerda que estás en el país de los helados. ¡Date un capricho!”