El casco antiguo de Valencia marca el centro histórico de la ciudad, con un laberinto de calles sinuosas que conducen a animadas plazas públicas. Relájate paseando por este cautivador barrio para descubrir sus edificios emblemáticos, algunos de los cuales se remontan a la época romana. Explora los mercados de alimentos, visita los museos y siéntate en un café a ver pasar la vida de la ciudad.
Un buen lugar para empezar es la plaza de la Reina, donde se puede visitar la catedral de Valencia, con una fusión de estilos barroco, gótico y románico. Entra a su interior para ver un cáliz del que muchos piensan que es el Santo Grial. Sube la escalera del campanario para disfrutar las vistas panorámicas de la ciudad.
En la cercana plaza de la Virgen encontrarás más edificios históricos, entre los que se encuentra la basílica de la Virgen de los Desamparados, uno de los primeros edificios barrocos de España. Ven a esta plaza por la noche para sentarte en un café a ver a los artistas callejeros. Desde aquí, date un paseo hasta el distrito de El Carmen donde encontrarás callejuelas repletas de pubs, restaurantes y bares de tapas.
Cuando tengas hambre, acércate hasta el Mercado Central, donde los comerciantes locales venden de todo, desde frutas y hortalizas frescas hasta embutidos y mariscos. No dejes de probar la paella valenciana en alguno de los puestos de comida del exterior del mercado. A una corta distancia del mercado se halla la Lonja, un gran edificio gótico que fue en su época el núcleo del comercio de la seda en Valencia.
Los compradores disfrutarán echando un ojo por los grandes almacenes y boutiques independientes situados en las calles Colón y Pintor Sorolla. Los amantes de la historia apreciarán el museo de cerámica del palacio del Marqués de Dos Aguas, que data del siglo XV. Si te interesa, podrás encontrar exposiciones de arte y fotografía contemporáneas en el Instituto Valenciano de Arte Moderno.
Cuando explores la ciudad vieja, no te pierdas las Torres de Serranos y las Torres de Quart. Estas puertas de la ciudad delimitan la entrada al barrio y formaban parte de la antigua muralla medieval de la ciudad.
Moverse por la ciudad vieja a pie es fácil, ya que los principales lugares de interés se hallan a poca distancia entre sí.