Guía práctica para visitar el Palacio Ducal de Venecia

“Venecia es una ciudad que fascina y enamora a todos desde el primer instante en que se divisan sus hermosos palazzos a orillas del Gran Canal. Sus fastuosos monumentos, sus encantadoras callejuelas, sus románticos canales y su ambiente melancólico la convierten cada año en el destino favorito de millones de turistas. A pesar de la gran cantidad de lugares que hay para visitar, el Palacio Ducal es uno de los imprescindibles. Aquí encontrarás la información necesaria para visitarlo.

Historia
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Este icónico edificio es uno de los símbolos del poder y la gloria de la República de Venecia. El Palacio Ducal se construyó entre los siglos X y XI en lo que era una antigua fortaleza, constituida por un cuerpo central con torres en las esquinas en estilo gótico veneciano. La primera remodelación tuvo lugar en el siglo XII por parte del Dogo Sebastiano Ziani quien convirtió la entonces fortaleza en un elegante palacio.

El palacio comenzó a adquirir su estructura actual entre los años 1339 y 1342. En 1424, bajo el gobierno del Dogo Francesco Foscari, el palacio se amplió en dirección a la Basílica de San Marcos y la impresionante Porta della Carta fue añadida en 1442 por los arquitectos Giovanni Bon y Bartolomeo Bon. En el interior se encuentran las estancias privadas del dogo, embellecidas por el arquitecto Antonio Rizzo después del incendio de 1483. A lo largo del siglo XVI se alternaron los incendios con las remodelaciones, como la Scala dei Giganti (Escalera de los Gigantes) o la Crucifixión de Tintoretto, que sustituyó un mural dañado en uno de los incendios.

A inicios del siglo XVII se agregaron las Prigioni Nuove (Prisiones Nuevas) al otro lado de un canal, y se construyó el famoso Puente de los Suspiros para conectarlas con el Palacio. Su nombre se debe a que desde aquí los prisioneros veían por última vez el cielo azul y el mar. A partir de 1797, tras la invasión de la República de Venecia por las tropas de Napoleón, el palacio se utilizó para albergar oficinas administrativas. Las prisiones, en cambio, conservaron su antigua función. Posteriormente, el joven Reino de Italia se anexó Venecia, por lo que desde 1866 el palacio sufrió varios cambios hasta que, en 1923, se decidió convertirlo en uno de los museos más importantes de la ciudad.

Cómo llegar
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Si os alojáis en el centro de Venecia, la opción más recomendable es ir paseando hasta la Plaza de San Marcos, donde se encuentra el palacio.

Si estáis en un barrio más alejado, las líneas 1, 2, 41, 42, 51, 52, N y LN del vaporetto os dejarán en la parada de Zaccaria o San Marco. El precio es de 7,50 € por trayecto, pero existen bonos de transporte.

Horarios y precios de las entradas
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El Palacio Ducal abre todos los días, de 8:30 a 19:00 entre abril y octubre, y de 8:30 a 17:30 entre noviembre y marzo. El último acceso es una hora antes del cierre. La entrada se encuentra en la Porta del Frumento.

La entrada cuesta 25 € para los adultos y 13 € para los niños de entre 6 y 14 años y los mayores de 65. En caso de tener la Rolling Venice Card, el coste sería de 14 €. Los menores de 5 años entran gratis. El precio incluye también la entrada a los otros museos de la Plaza de San Marcos: el Museo Correr, el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional Marciana.

Recorrido de la visita
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La visita se inicia en el Museo dell’Opera, que conserva restos decorativos del palacio que por una razón u otra se han retirado de su lugar original.

Posteriormente saldréis al patio, donde podréis admirar la Scala dei Giganti y dos pozos con impresionantes brocales de bronce de mediados del XVI. Deberéis cruzar el patio para ascender al primer piso por la Scala dei Censori, pero antes los bolsos y las mochilas se han de dejar en un guardarropa ubicado en el propio patio.

En la primera planta podréis ver las salas desde las que se gobernaba la República, decoradas con gran lujo y diversidad de detalles para demostrar, a través de la ostentación, el poder de la oligarquía véneta. Las más impresionantes son la Sala della Quarantia Civil Vecchia, el máximo órgano de apelación de la República, y la Sala del Maggior Consiglio, la más amplia del palacio y donde se reunía el consejo formado por los miembros de las más importes familias venecianas, entre 1200 y 2000 nobles.

Después pasaréis a la armería, un museo donde de armas y municiones. Para visitar las prisiones se ha de atravesar el Puente de los Suspiros, por lo que durante un momento podréis tener la misma visión de los condenados que lamentaban su suerte. Desde aquí se regresa al palacio para atravesar los aposentos privados del dogo, utilizados para exposiciones temporales. Finalmente, tendréis que descender por la Scala dei Giganti para dar por terminada la visita.

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