Esenciales de Santander: qué ver en la capital Cántabra

“Si vas a Cantabria, seguramente te interese saber qué ver en Santander, una de las grandes ignoradas por el turismo en nuestro país y que presume de elegancia y buen gusto. Por ello, merece la pena dedicar un día o dos a visitar una de las capitales regionales más bonitas de España. Su espectacular bahía, su bonito casco histórico, sus amplias zonas verdes y su ambiente señorial seguramente te conquistarán. A continuación te presentamos algunos planes imprescindibles en tu visita a Santander.

Pasear por el Palacio de la Magdalena y sus alrededores
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La península donde se ubica el Palacio de la Magdalena es uno de los principales atractivos de la ciudad de Santander. La entrada principal a este enorme parque se encuentra en la Avenida Reina Victoria. Es una zona de una gran extensión, aunque se puede recorrer a pie o, si preferís algo más típico, podéis subiros al legendario tren turístico que tiene su ruta en esta zona, el “magdaleno”. Además, encontraréis sitios interesantes como el Faro de la Cerda, la playa de Los Bikinis o el Embarcadero Real. En la explanada que hay en el punto más alto de la península podréis visitar el bello Palacio de la Magdalena, desde cuyos jardines se pueden admirar unas hermosas vistas del paisaje.

Disfrutar de las estupendas playas de Santander
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Si vais en verano a Santander, seguramente os interesará saber cuáles son las mejores playas para pasar un día relajados junto al mar, y pocas ciudades pueden presumir de tener tantas playas y de tan buena calidad como la capital cántabra, auténticos paraísos perfectos para tumbarse en la arena dorada y dejarse acariciar por el sol estival. Algunas de las mejores son la playa de Los Bikinis, Los Molinucos, Los Peligros, la Primera y la Segunda playa que se encuentran en El Sardinero y El Camello. Sin embargo, tal vez la mejor de todas sea la playa del Puntal, un arenal situado en medio de la bahía de Santander y rodeado de agua por casi todos sus lados, excepto una lengua de tierra que lo une al continente. La mejor opción para llegar aquí es tomar una pedreñera desde Santander, pues durante el trayecto se disfrutan de unas bonitas vistas. Las predreñeras son unas lanchas muy típicas de Cantabria, y el precio por trayecto es de 3,90 €.

Dejarse llevar por la zona de El Sardinero
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Esta es la zona más popular de Santander y de sus costas. Se trata de un agradable paseo marítimo lleno de vistas y de playas muy atractivas que se extiende desde la Avenida Reina Victoria hasta la Segunda playa de El Sardinero. En este recorrido nosotros destacamos los lugares imprescindibles: el impresionante mirador de los Jardines de Piquío, el elegante Gran Casino, símbolo de la ciudad abierto en 1916 y uno de los lugares favoritos de la jet set de principios del siglo XX, y el Parque de Mesones.

Comer junto al Faro de Cabo Mayor
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En la parte norte de la ciudad, a la entrada de la bahía, encontraréis el Faro de Cabo Mayor, uno de los sitios más fotografiados de Santander. Cerca de él está el Faro Café Bar, desde cuya terraza se pueden tomar unas cervezas y disfrutar de la gastronomía cántabra con el marco de la bahía y el océano Atlántico en todo su esplendor. Aunque se puede llegar en coche hasta aquí, lo mejor es pasear por la senda de Mataleñas, un espectacular recorrido entre playas y acantilados cuya belleza os cautivará. Además, este camino es más frecuentado por los propios santanderinos que por los visitantes, por lo que os animamos a descubrir este rincón tan poco conocido.

Callejear por el centro histórico de Santander
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La mejor forma de conocer una ciudad es recorrerla a pie, paseando. Podéis comenzar por la Plaza del Ayuntamiento, cuya forma triangular es poco frecuente. Desde esta concurrida plaza partes varias calles comerciales, pero antes podéis echar un vistazo al Ayuntamiento, de principios del siglo XX, y curiosear en el Mercado de la Esperanza, que se encuentra detrás.

La siguiente parada puede ser la Catedral, un bello conjunto monumental edificado entre los siglos XII y XIV sobre un antiguo monasterio. La cripta es de estilo románico, y se puede ver la transición al gótico en los niveles superiores.

Después de la Catedral, continuamos nuestra visita por los Jardines de Pereda, una zona muy elegante donde podréis ver el elegante edificio del Banco Santander, símbolo del poder económico en la ciudad, y el moderno Centro Botín, donde podréis ver exposiciones de diversa índole.

Finalmente, podéis acercaros a la Plaza de Pombo, donde los edificios más interesantes son el la Iglesia de Santa Lucía y el Real Club de Regatas. Callejeando por allí llegaréis a la Plaza Porticada, que se reconstruyó en estilo neoclásico herreriano tras el incendio que arrasó la ciudad en 1941.

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