Escapadas rurales: 7 pueblos con encanto cerca de Andorra la Vella

“Todo el mundo sabe que Andorra es el país de la nieve, el esquí y las compras por excelencia. Sin embargo, pocos son conscientes de que, más allá de los deportes de invierno, este pequeño estado enclavado en el corazón de los Pirineos oculta entre sus montañas encantadores pueblecitos de piedra, pizarra y madera en los que se respiran tranquilidad e historia por los cuatro costados. Iglesias románicas, empinadas y románticas callejuelas, ventanas llenas de flores en casonas con tejados a dos aguas, ríos cantarines y mucho más, y todo ello rodeado de un verdor impresionante. Te aseguramos que no te arrepentirás de visitar estos pueblos con encanto cerca de Andorra la Vella. ¡Que comience la aventura!

### 1. Pal, gran ejemplo del románico andorrano

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El pequeño pueblo de Pal, de no más de 200 habitantes, se considera uno de los conjuntos rurales más bellos y mejor conservados de Andorra, modelo de la arquitectura tradicional de la zona e icono del románico andorrano. Sin duda, la iglesia de San Clemente es la atracción del lugar y constituye una de las mejores representaciones del románico pirenaico. Con su típica torre de ventanas dobles, domina el bello entramado de calles en pendiente con casas de piedra y madera y tejados de pizarra que conforman este encantador pueblecito. A los pies de la iglesia se encuentra el Centro de Interpretación Andorra Románica, donde tendrás la oportunidad de conocer más cosas sobre el arte románico de Andorra.

### 2. Llorts, la ruta de las minas de hierro

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Llorts es un coqueto y cuidado conjunto de casas encajonado entre un río y una de las carreteras más pintorescas de Andorra, la que lleva a los espléndidos lagos de Tristaina. El cauce rojizo del Valira del Norte da fe de que aquí comienza y acaba la versión corta de la Ruta del Hierro, una de las mejores excursiones en familia que se pueden hacer por los pueblos de Andorra y en la que se explican todos los detalles y un montón de curiosidades sobre la extracción y comercialización del hierro, una importante actividad en la zona entre los siglos XVII y XIX.

### 3. Ordino, patrimonio histórico y cultural

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Seis museos y dos iglesias medievales en una localidad diminuta de impolutas calles empedradas y casas de pizarra y piedra engalanadas con flores convierten a Ordino en la capital cultural andorrana por excelencia. En la casa Areny-Plandolit se puede ver cómo vivía una familia pudiente andorrana durante los siglos XIX y XX, ya que esta casona conserva todo el mobiliario de la época. Una curiosa colección que no puedes perderte es la del Museo de la Miniatura, con piezas obra de Nikolái Siadristki elaboradas en oro y otros materiales nobles que tendrás que observar con lupa.

### 4. Les Bons, conjunto histórico medieval

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El conjunto histórico de Les Bons, enclavado estratégicamente en un saliente rocoso que permitía controlar la entrada al valle de Encamp, consta de la iglesia de San Román, una espectacular torre defensiva de cuatro pisos, restos de edificios civiles y un depósito de agua excavado en la roca. En definitiva, todo lo que necesitarás para trasladarte a la época medieval de Andorra. La iglesia, del siglo XII, alberga una extraordinaria reproducción de las pinturas románicas del Maestro de Santa Coloma, cuyos originales se encuentran en la actualidad en el MNAC de Barcelona, pero que se realizaron en este templo.

### 5. Fontaneda, el encanto del aislamiento

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Las cerradas curvas y las vertiginosas cuestas del puerto de la Collada de la Gallina son la única vía de acceso a la aldea de Fontaneda, que pese o gracias a este aislamiento es uno de los pueblos con más encanto de Andorra. Tras la dura subida, la aldea se ofrece a la vista como varias hileras de casonas de piedra y madera que miran al frente y que parecieran estar adosadas a la roca de la montaña. En su parte más alta, la pequeña y entrañable iglesia de San Miguel ofrece espectaculares vistas de los viñedos y los bosques circundantes. Sin duda, una instantánea que te maravillará y ante la que querrás quedarte horas.

### 6. Santa Coloma, joya del arte prerrománico junto a la capital

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Pese a su cercanía a Andorra la Vella, la bulliciosa capital del país pirenaico, el casco antiguo de Santa Coloma transporta a épocas pasadas con sus callejones empedrados y sus casas de piedra. Su iglesia prerrománica es una de las más visitadas de Andorra por su espectacular torre circular de cuatro pisos y 18 metros de altura, única en el país de los Pirineos. A pesar de que las pinturas murales originales del siglo XII ya no se encuentran en el sitio, un espectáculo de vídeo permite verlas proyectadas en la ubicación en la que nacieron.

### 7. Meritxell, un lugar sagrado y cargado de simbolismo

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El diminuto pueblo de Meritxell alberga uno de los lugares más simbólicos para los andorranos: el santuario de Meritxell, hogar de la patrona de Andorra. Arrasado por un terrible incendio en 1072 (que, además, destruyó la talla original), fue reconstruido conforme al proyecto del arquitecto Ricardo Bofill y hoy en día constituye una sorprendente y modernísima recreación del románico.

Como ves, a pocos kilómetros de la capital de Andorra la Vella, paraíso para los amantes de las compras, el Principado esconde tranquilos pueblos con encanto que constituyen auténticos tesoros en mitad de la naturaleza y que no debes dejar de ver, ya sea en invierno o en verano y sea cual sea el objetivo de tu escapada a Andorra. Y es que Andorra es sinónimo de nieve, ¡pero también de historia y cultura a raudales!”