Al estilo Gatsby: hoteles temáticos con glamour

“Han pasado 85 años desde que terminó el negro periodo de la ley seca. Pero las glamourosas fiestas, el despilfarro y la vida al límite al estilo Gatsby han inspirado desde majestuosas salas de baile de hoteles hasta oscuros bares clandestinos y coctelerías. Alójate en alguno de estos elegantes hoteles si quieres retroceder hasta el periodo de la ley seca.

The Drake, Chicago, Illinois
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The Drake, el segundo establecimiento de Chicago que obtuvo una licencia para servir licores tras la ley seca, es un verdadero icono del pasado gánster de la ciudad. Con sus lámparas de araña y sus luminarias con forma de dragón, te sentirás como el propio Al Capone contemplando las vistas del lago Míchigan. Merece la pena visitar el Museo de Historia de Chicago, que ofrece distintas visitas guiadas y te fascinará con su colección de ingeniosos dispositivos en los que esconder la bebida. También puedes empaparte de la atmósfera saboreando un whisky (legal) en el elegante bar del hotel, el Coq D’or.

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Arizona Biltmore, Arizona, Phoenix
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El Arizona Biltmore, abierto por primera vez durante la ley seca, era el patio de juegos de los ricos y famosos. Tenía una “sala del misterio”, un bar clandestino oculto en el edificio principal del complejo (con un armario repleto de licores que se convertía en una estantería en cuanto llegaba la policía) y un foco de alta potencia en el tejado para vigilar la llegada de coches patrulla. Todavía puedes beber en la sala del misterio, siempre que digas la contraseña. Según cuenta la leyenda, el emblemático cóctel conocido como tequila sunrise lo inventó justo aquí el barman Gene Sulit.

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St. Regis New York
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Quizás Nueva York sea la ciudad que mejor refleja el glamour de los tiempos de la ley seca. Desde que el Angel’s Share pusiera de moda los bares clandestinos modernos hace unos 20 años, algunos de los mejores establecimientos de la ciudad siguen escondiéndose en lavanderías y debajo de oscuras escaleras. John Jacob Astor IV, que murió en el Titanic, fue el creador del suntuoso St. Regis New York, más glamouroso de lo que puedas imaginar. La espléndida sala de baile St. Regis Roof te hará retroceder hasta el año 1927, cuando se añadió al hotel.

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Montage Beverly Hills, Los Ángeles, California
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El Montage Beverly Hills tiene uno de los bares con más clase (y más secretos) de Los Ángeles. Ubicado en la segunda planta del hotel, solo abre para los huéspedes y los vecinos de la zona que ya lo conocen. Presenta la típica estética de un local clandestino, con vasos de cristal, madera de caoba y cuero, y la bebida del día siempre es el whisky escocés, concretamente la selección exclusiva de variedades puras de malta Macallan (incluida una de 65 años que ronda los 4500 EUR el vaso), que se sirven con cubitos Kold-Draft, piedras de esteatita o hielo elaborado con aguas de Highland Springs. Entre los principales cócteles de la carta destacan el skinny ma-linky longlegs y el clásico old fashioned.

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Omni William Penn Hotel, Pittsburgh, Pensilvania
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Después de décadas de abandono, el speakeasy recién restaurado se esconde bajo el vestíbulo del Omni William Penn Hotel. Este bar oscuro, sensual y acogedor, ambientado en la ley seca, cuenta con asientos de felpa en rojo escarlata y papel de pared por todas partes, que obligan a retrotraerse al Pittsburg de la década de 1920. Puedes saborear el tradicional cóctel sidecar, un bourbon o alguna cerveza local. En el año 1929, la Oficina de Prohibición estimó que se había elaborado tanta cerveza ilegal que los sistemas de alcantarillado estaban atascados por los residuos del lúpulo, y es fácil imaginarse en este lugar dando un sorbito a una cerveza casera ilegal.

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