10 cosas que ver en el desierto jordano de Wadi Rum
“”Vasto, resonante y casi divino”. Así definió Thomas Edward Lawrence, el famoso Lawrence de Arabia, el desierto de Wadi Rum en su obra titulada “Los siete pilares de la sabiduría”. La extensión y la majestuosidad de este desierto de Jordania dejan a quienes lo visitan boquiabiertos en una mezcla de reverencia y curiosidad. Es indudablemente una obra de arte creada por la madre naturaleza que, a lo largo de milenios, ha esculpido enérgicamente sus elementos hasta regalarnos un lugar mágico de arena y roca. Una visita al desierto de Wadi Rum es una experiencia de la que se regresa cambiado, enriquecido, más consciente de la evolución de nuestra historia y del planeta en el que vivimos. Difícilmente podrás olvidar las monumentales montañas separadas por cañones que abren profundas fisuras en la piedra, las dunas barridas por el viento y las formaciones rocosas que se extienden hacia el cielo con veleidades artísticas, a lo que hay que añadir los petroglifos, los beduinos y las vicisitudes de los asentamientos humanos.
La zona está incluida en una reserva natural para su mayor protección y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2011. Además, el entorno ha servido en numerosas ocasiones de escenario de varias películas, lo que permite intuir la espectacularidad del lugar. Acompáñanos para descubrir las maravillas de este desierto, sus secretos y sus leyendas a lo largo de diez etapas que harán que tu aventura en Jordania sea inolvidable.
### 1. Los siete pilares de la sabiduría
Además del título del mencionado libro autobiográfico de Lawrence, que vivió aquí durante la revuelta árabe contra el Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial, es el nombre de una de las formaciones rocosas más espectaculares de Wadi Rum. Estas siete columnas de piedra rojiza se alzan imponentes y se recortan sobre el cielo hasta una altura de varias decenas de metros. El lugar se puede contemplar cómodamente desde la carretera, pero compensa acercarse a pie para pasear a su alrededor, e incluso rodearlo por completo y adentrarse en el cañón de Makharas. Vale la pena vivir esta experiencia casi mística.
Los siete pilares de Wadi Rum. Fotografía de hikinginjordan, CC BY-SA 3.0 (commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=57119011)
### 2. El puente de piedra de Burdah
Si gozas de buena forma física y no sufres de vértigo, no dudes en encaramarte a este puente de 35 metros de altura, el más elevado de todo el desierto de Wadi Rum. Para llegar hasta aquí es necesario estar ligeramente familiarizado con la escalada, aunque la roca está formada por arenisca y granito, por lo que es marcadamente rugosa y no se suele resbalar. Aun así, te recomendamos que sigas siempre los consejos de un guía. Cuando llegues a la cima, podrás disfrutar de unas vistas excepcionales. Si consigues que alguien te saque una foto desde abajo, te llevarás un recuerdo impagable del viaje.
### 3. La fuente de Lawrence
Justo a la salida de la población de Rum, donde se estableció el oficial británico, surge entre los árboles un rumoroso manantial de agua, algo excepcional y muy valioso en el desierto. En este pequeño oasis, crucial para las caravanas que viajaban entre Arabia y Siria, nace hoy en día un acueducto que abastece la región. Su nombre se debe a que Lawrence no solo utilizaba este manantial, sino que lo describió poéticamente en su obra.
### 4. El cañón de Khazali y los petroglifos
Este estrecho pasaje que se adentra entre las rocas lisas esculpidas por los elementos merecería una visita aunque solo fuera por su conformación y sus peculiaridades, pero se da el caso de que también se trata de uno de los lugares prehistóricos más importantes de la zona. Las paredes del cañón están cubiertas de petroglifos que representan figuras humanas y animales, especialmente antílopes, que se remontan a la época de los tamud, una población árabe preislámica. Si te apasiona la historia, estás en el lugar indicado.
Jebel Khazali. Fotografía de Berthold Werner, CC BY-SA 3.0 (commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8632915)
### 5. Un paseo en globo
Se dice que, cuando los lugares se contemplan desde las alturas, las distancias se acortan y se adquiere una familiaridad que antes no existía. Imagínate las historias que les podrás contar a tus amigos con un trayecto en globo por el desierto. El vuelo dura entre 45 minutos y dos horas, según se acuerde de antemano, y se realiza en una pequeña cesta con capacidad para tres personas como máximo. No hay nada como dejarse llevar por el viento sobre el desierto de Wadi Rum al amanecer para disfrutar de los colores y sentir una conexión íntima e intensa con el lugar. Otra opción para surcar los cielos, menos romántica pero más rápida, es en ultraligero.
### 6. Puente de Um Fruth
¿No has podido subir al puente de Burdah y te has quedado con mal sabor de boca? Pues aprovecha que aquí no hace falta tener ninguna habilidad para la escalada ni disponer de guía, ya que la altura no supera los 15 metros. En cinco minutos habrás llegado a la cima de uno de los puentes de piedra más fotografiados del desierto de Wadi Rum. Te recomendamos que lo hagas a última hora de la tarde, cuando el sol se está poniendo y todos los colores adquieren la tonalidad rojiza de las rocas.
### 7. Little Bridge
Siéntate en este arco de piedra, deja las piernas colgando, respira profundamente y disfruta de la atmósfera de paz que solo un lugar como este puede transmitir. Llamado así por sus dimensiones reducidas, el Little Bridge es una escala ineludible de prácticamente todas las excursiones en este desierto debido a su aspecto elegante, el paisaje sobrecogedor y la relativa facilidad para visitarlo tras una caminata corta.
Vista del Little Bridge, en Wadi Rum. Fotografía de Anastasia Pozdnyakova, CC BY-SA 4.0 (commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=69848039)
### 8. Las dunas de arena roja
Situadas en las laderas de Jebel Umm Ulaydiyya, una formación rocosa relativamente grande, las dunas son una agradable distracción en medio del panorama clásico de Wadi Rum. Se puede llegar cómodamente en todoterreno o tras una caminata de unas tres horas desde el centro de interpretación. Ten cuidado, porque aquí la arena es tan fina que se cuela por todas partes. Vale la pena subir a la cima de las dunas para disfrutar de una visión privilegiada del desierto. La calma absoluta del lugar y la maravillosa sensación que transmite la arena roja bajo los pies casi te harán creer que estás paseando por Marte.
### 9. El tren del desierto
¿Una locomotora de vapor que traquetea y deja una estela de humo por el desierto? No, no es un milagro: puedes encontrártela en Wadi Rum. Se trata de un viejo convoy turco que se utilizó durante la Primera Guerra Mundial y, en los años sesenta, apareció en la película “Lawrence de Arabia”. Hoy en día, esta reliquia histórica vuelve a cobrar vida únicamente durante los espectáculos y las demostraciones que se organizan para los visitantes. Puede que sea algo muy turístico, pero aun así vale la pena contemplarla.
### 10. El templo nabateo
Este es otro lugar fundamental para comprender la historia, la evolución y las tradiciones del fascinante país jordano. Nos encontramos a pocos centenares de metros de la localidad de Rum, sobre una colina. Las ruinas, con inscripciones de nómadas y cazadores, evidencian la presencia de un asentamiento nabateo de más de 2000 años. En la sección que se encuentra detrás del templo se han hallado los baños de una villa que se consideran los más antiguos del país.
Restos de un templo nabateo en Wadi Rum. Fotografía de Carole Raddato, de Fráncfort (Alemania), CC BY-SA 2.0 (commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=75187208)
Si has llegado hasta aquí, seguro que ya tienes ganas de emprender el viaje. El desierto es un lugar tan especial que se está convirtiendo en un destino de vacaciones cada vez más solicitado. Obviamente, las comodidades son pocas. En Wadi Rum no existen hoteles, únicamente campamentos de tiendas con servicios básicos, y si se opta por pernoctar fuera de la reserva, los viajes son largos. No obstante, la recompensa supera con creces estos pequeños sacrificios, sobre todo si el viaje tiene lugar en primavera u otoño, cuando el tiempo resulta más agradable y la oscilación térmica es menor.
En estos casos, es mejor dejar la organización en manos expertas, como agencias u operadores turísticos, ya que aventurarse en solitario conlleva algunos riesgos y los desplazamientos suelen realizarse en todoterreno. Además, cada vez están ganando más popularidad otros modos de transporte menos convencionales, como los camellos o incluso el senderismo, de manera que tendrás a tu alcance numerosas opciones para disfrutar de unas vacaciones perfectas. ¡No dejes pasar la oportunidad!
### Créditos de la fotografía
Foto de portada: Wadi Rum (Jordania). Fotografía de Alessandro Balsamo. Archivo proporcionado por la Unesco (unesco.org) como parte de una colaboración GLAM-Wiki, CC BY-SA 3.0-igo (commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=37388034)”
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