Qué ver en Fuerteventura en cuatro días

“Fuerteventura es una de las islas más salvajes y hermosas de Canarias. Apodada “la isla del viento”, su paisaje desértico en contraste con el azul del mar no deja indiferente a nadie. En esta isla encontrarás alucinantes paisajes volcánicos, extensas playas solitarias, pequeños paraísos casi desconocidos y un montón de rincones que se te grabarán a fuego en la memoria. Sigue leyendo para saber qué puedes ver y hacer en cuatro días en Fuerteventura.

Primer día
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Corralejo es tal vez el mejor sitio de la isla para alojarse, ya que es el pueblo que cuenta con más infraestructura dedicada al turismo. Si os alojáis allí, podréis dedicar el primer día a descubrir las mejores playas de la isla, que se encuentran en el Parque Natural de Corralejo, un verdadero paraíso de dunas de arena y aguas azul turquesa. La carretera FV-1a recorre el parque en paralelo a la costa, y está totalmente adaptada para parar donde os parezca bien para disfrutar de los increíbles paisajes. Entre las mejores playas recomendamos la del Moro y la del Burro.

Cuando se acerque la hora de comer, lo mejor es regresar al pueblo para comer y dedicar la sobremesa a pasear por las callejas del casco viejo, tomar algo en la zona del puerto o del paseo marítimo, o relajarse en la pequeña playa urbana de que dispone.

Segundo día
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Después de un buen desayuno, os recomendamos dedicar el segundo día a descubrir la isla de Lobos, que se encuentra a unos quince minutos en barco desde el puerto de Corralejo. El ferry tiene salidas cada día, aunque también podéis tomar un taxi acuático o contratar alguna excursión organizada en catamarán con la comida incluida. No obstante, deberéis planificar la excursión con cierta antelación, ya que deberéis solicitar un permiso especial para visitar la isla de Lobos.

Esta isla posee parajes desérticos muy similares a los de la isla más grande. Además, ofrece unas vistas espectaculares desde lo alto del volcán la Caldera y cuenta con unas zonas de baño increíbles. En el Puertito de Lobos podréis hacer esnórquel y sumergiros en aguas de color azul eléctrico.

No olvidéis llevar algún sombrero o gorra, ya que el sol cae implacable y no hay sombras bajo las que cobijarse, además de agua y crema solar.

Si al regresar de la isla de Lobos os queda tiempo, podéis acercaros a El Cotillo, un pueblo muy popular gracias a sus playas y su ambiente surfero. Las playas de los Lagos, de la Concha y de los Charcos son perfectas para bañarse, mientras que los surferos suelen preferir las del Castillo, la del Aljibe y la del Águila, ya que suelen tener más oleaje. En vuestra mano queda decidir qué plan os apetece más.

Para finalizar, podéis contemplar un hermoso atardecer desde el faro de El Tostón.

Tercer día
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El tercer día podéis conocer el interior de la isla. La primera parada podría ser el mirador de Vallebrón, desde donde se tienen las mejores vistas de la montaña de Tindaya. Esta montaña es un lugar místico, pues para los antiguos aborígenes de la isla era un lugar sagrado al que atribuían propiedades mágicas Si tenéis tiempo, hay un sendero muy accesible que lleva hasta la cima.

En vuestra ruta por el interior llegaréis al increíble mirador de Morro Velosa, diseñado por el artista lanzaroteño César Manrique. Unos cuantos kilómetros al Sur se encuentra el precioso pueblecito de Betancuria, el más antiguo de la isla. Está encajado en un pequeño valle con palmeras que seguro que os encantará.

Siguiendo por la misma carretera hacia el sur, no os podéis perder las vistas desde los miradores de Las Peñitas y del Risco de las Peñas, además de visitar rápidamente la iglesia de Nuestra Señora de Regla en Pájara.

Desde allí podéis dirigiros a la costa norte hasta Ajuy, un pueblo de pescadores con un par de locales donde probar un delicioso pescado fresco y una impresionante playa de arena negra. También podéis visitar cerca de allí las Cuevas Volcánicas de Ajuy.

Cuarto día
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Para el cuarto día proponemos llegar hasta la playa del Cofete y el Parque Natural de Jandía, que consideramos imprescindibles. La primera es una playa totalmente virgen, encajada entre un océano embravecido y el macizo montañoso de Jandía. Después podéis dirigiros hasta Morro Jable y a la playa del Matorral, una preciosa extensión de arena dorada y aspecto paradisíaco.

El siguiente destino sería la playa de Sotavento, considerada un símbolo de Fuerteventura, ya que suele aparecer en los folletos turísticos. Es un lugar ideal para practicar deportes acuáticos, como kiteboarding y windsurfing.

De regreso hacia el interior de la isla, es casi obligatorio parar en el mirador de Sicasumbre, pues es tal vez el más espectacular de Fuerteventura. Es famoso por lo bien que se ven las estrellas desde aquí y por los paisajes lunares que lo rodean.

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