By Expedia Team, on March 29, 2019

Itinerario por la Costa Azul francesa

“Ponte cómodo para programar tu próximo viaje por pequeñas poblaciones, ciudades glamourosas y playas pintorescas del sur de Francia. Te proponemos una selección de cuatro recorridos fascinantes por la Costa Azul.

### 1. En coche por el interior de Francia

Para descubrir el interior de la Costa Azul, lo mejor es salir de Menton, a pocos kilómetros de la frontera con Italia, y dirigirse hacia la localidad de Gorbio. Desde ahí hay que tomar la carretera D23, y el trayecto no tiene pérdida. Gorbio ha sabido conservar intacto su encanto medieval, que inunda las callejuelas de adoquines y su plaza principal, dominada por una fuente. Es un lugar ideal para los aficionados a los paseos y las excursiones, ya que en sus alrededores se pueden admirar las ruinas de un antiguo castillo y recorrer los bonitos paisajes con vistas a la costa francesa.

A poca distancia se encuentra Sainte-Agnès, con una fortificación militar que formaba parte de la Línea Maginot. Continúa por Peille hasta Peillon, una población ubicada en una colina, a 15 kilómetros de Niza. Aprovecha para degustar algunas de las especialidades gastronómicas de la re

gión a base de lavanda, como las galletas de lavanda silvestre. Antes de reanudar el viaje en dirección a Vence, desvíate por la D15 para contemplar, aunque sea desde el coche, la hilera de pueblecitos que se asoman a esta carretera panorámica. Desde Vence puedes realizar una excursión muy interesante por las Gorges du Loup, literalmente las “gargantas del lobo”, para finalmente llegar al macizo del Estérel, nuestra meta y una de las formaciones rocosas más espectaculares de la zona.

### 2. Del Principado de Mónaco a Cannes

Otro itinerario recomendable para vivir la magia de esta región consiste en seguir el litoral y visitar las ciudades más glamurosas de la Costa Azul. Comienza el viaje en el Principado de Mónaco, con sus e

legantes jardines y su célebre casino, y haz una parada en Èze, un pueblecito ubicado en un territorio escarpado sobre el mar. Después, continúa hasta Saint-Jean-Cap-Ferrat, donde merece la pena visitar la preciosa Villa Ephrussi de Rothschild, que posee unos jardines impresionantes. En la actualidad, esta villa de color rosa está abierta a los visitantes para que puedan admirar la colección de obras de arte y muebles antiguos de la baronesa de Rothschild.

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Una vez en Niza, aprovecha para pasear entre los puestos del mercado de las flores que se organiza todos los días en el centro de la ciudad y visita los museos dedicados a dos grandes pintores, Matisse y Chagall, así como el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo. Prosigue el itinerario, ahora un poco más centrado en el arte contemporáneo, recorriendo la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence y la capilla decorada por Matisse en la carretera que lleva a Vence. Cuando llegues al cabo de Antibes, disfruta de una copa en el histórico Hotel du Cap para imbuirte de la atmósfera del lugar. Por último, dirígete a Cannes, donde podrás relajarte con un paseo junto al mar antes de degustar un delicioso filete tártaro en uno de los restaurantes de playa que pueblan la zona.

3. En los alrededores de Saint-Tropez

Si decides establecer tu base de operaciones en Saint-Tropez, no cometas el error de limitarte a hacer vida de playa. En los alrededores existe un sinfín de lugares que vale la pena conocer. En Grimaud, una típica población provenzal, puedes visitar las ruinas del antiguo castillo del mismo nombre, así como las bodegas de Les Vignerons de Grimaud para catar el vino de la zona. En Cap Camarat te sorprenderá el bonito faro, el segundo más alto de Francia. Si te interesa la Edad Media, la población de Gassin es justo lo que buscas; si prefieres las aldeas de pescadores, no te puedes perder Port Grimaud.

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4. Las islas de Hyères

Las islas más famosas de la Costa Azul son, sin duda, Le Levant, Port-Cros y Porquerolles, más conocidas como las islas de Hyères. El mar que las rodea es de color turquesa y la naturaleza se conserva impoluta, lo que explica que en el pasado también se conocieran como “las islas de Oro”. Desde Hyères y Giens, en la costa, parten numerosos barcos en dirección a las islas. La de Port-Cros solo se puede recorrer a pie, ya que no están permitidos los medios de transporte. Porquerolles es ideal para realizar excursiones en bicicleta, mientras que las tres son un auténtico paraíso para los aficionados al submarinismo.

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