Cinco lugares que visitar en Marbella

“No cabe duda de que los principales atractivos turísticos de Marbella son el sol y la playa, además de sus lujosas tiendas, su ambiente cool y sus famosas fiestas llenas de gente de la jet set. Pero en el fondo Marbella nunca ha perdido su esencia, la de uno de esos típicos pueblos blancos andaluces, con calles estrechas, plazas llenas de terrazas donde tomarse algo y casas con las rejas adornadas con todo tipo de flores. Así que si buscas algo más que el glamour, codearte con las celebrities, ir de fiesta y el lujo indecente, aquí van nuestras propuestas sobre qué ver en Marbella.

El casco histórico
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De origen romano, este pueblo andaluz conserva un rico patrimonio histórico que podrás descubrir paseando plácidamente, ya que el centro histórico es pequeño y manejable, además de peatonal, por lo que os recomendamos dejar el coche en cualquiera de los aparcamientos que se encuentran en torno al perímetro de la antigua muralla árabe, como el que hay cerca del Parque de la Alameda. Antes de internaros en el casco histórico merece la pena que paseéis por la Avenida del Mar, un amplio bulevar donde podréis admirar diez esculturas de bronce que constituyen réplicas de parte de la obra de Salvador Dalí. Al final encontraréis el frondoso Parque de la Alameda, donde en Navidad se instala el bonito Belén municipal. Este parque es el más antiguo de la ciudad, pues data del siglo XVIII. Si callejeáis un poco por el centro no tardaréis en llegar a la emblemática Plaza de los Naranjos, cuyo nombre se debe a razones obvias. Es un lugar perfecto para tomarse algo a la sombra de los árboles que la adornan y es famosa por su bella fuente renacentista. En esta plaza encontramos también la Casa Consistorial (construida por los Reyes Católicos), la Casa del Corregidor (cuya fachada de piedra combina elementos del Gótico y del Renacimiento) y la Ermita de Santiago (datado en el siglo XV). Al sureste encontramos la imponente Iglesia de la Encarnación, y tras ella el antiguo Hospital Bazán, un edificio renacentista que hoy en día es sede del Museo del Grabado Español Contemporáneo. Muy cerca de allí están los restos del castillo y de la muralla árabe, que nos conducen hasta la calle Ancha, donde podremos ver antiguas casas nobiliarias, como la de Correa (1763). Tampoco os podéis perder la Ermita del Santo Cristo, construida en el siglo XV en una agradable plazuela.

Puerto Banús
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Este pueblo está asociado al lujo y al desenfreno en el subconsciente de gran parte de los españoles, pero aunque todos sepamos que está lleno de yates, coches de lujo y tiendas carísimas, merece la pena darse una vuelta para verlo por uno mismo y hacerse un selfie junto a uno de esos yates de ensueño. Sus playas son muy agradables y tienen un ambiente muy relajado, por lo que también es una buena opción para un día junto al mar y, si te apetece ir de compras, es uno de los sitios que no te puedes perder, pues aquí encontrarás todas las marcas internacionales.

Ojén
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Si necesitas salir del bullicio de Marbella, este pueblecito de la Sierra de las Nieves está a apenas diez kilómetros hacia el Norte, y te encantará. La vida parece haberse detenido en esta serena población de calles estrechas y casitas blancas, que cuenta además con parajes de gran belleza en las cercanías, por no mencionar las Cuevas de Ojén, que hoy en día forman parte de un jardín donde se suelen celebrar eventos diversos. Por otro lado, y dada la belleza de los paisajes que rodean el pueblo, es un punto de partida excelente para practicar senderismo, especialmente en el paraje de El Juanar. Aquí encontraremos un mirador situado a 1215 metros de altitud, conocido como La Concha, desde donde podremos divisar la costa y el ajetreo de Marbella en la distancia.

Guadalmina
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Los espectaculares paisajes de la zona resultan muy llamativos para los amantes de los deportes de aventura, y el Guadalmina es el sitio perfecto para practicar barranquismo. No solamente disfrutaremos de paisajes superbonitos, sino que el recorrido no es difícil de hacer y tiene una gran variedad de toboganes, saltos y agradables piscinas naturales, por lo que tanto grandes como pequeños se lo pasarán de fábula.

Duna de Artola – Playa de Cabopino
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Si estás buscando un lugar íntimo, poco concurrido y donde poder practicar el naturismo, este es el sitio ideal, pues en este paraje natural se encuentra la playa de Cabopino, la cual es un buen ejemplo de lo que era la Costa del Sol en tiempos antiguos, con dunas y vegetación salvaje extendiéndose hasta el mar.

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