Durante tus vacaciones en Noja, situada entre la ría de Quejo y la punta del Brusco, podrás pasear a lo largo de siete kilómetros de costa escarpada. La playa de Tregandín y la playa de Ris, protegidas por rocas y vegetación baja, son una ventana a las frías aguas del mar Cantábrico. Los más intrépidos encontrarán en ellas el lugar ideal para coger olas y practicar otros deportes acuáticos.
Noja es también el destino perfecto para los amantes del senderismo y la naturaleza. La idílica ruta de la costa recorre el camino que separa las playas de Tregandín y Ris, un frondoso encinar con unas vistas del litoral impresionantes. Si reservas uno de nuestros viajes baratos a Noja, podrás realizar un tramo del Camino de Santiago por la costa que atraviesa el arenal de la aldea.
En la zona existen humedales de gran valor ecológico, como la reserva natural de las Marismas de Santoña y Noja, donde podrás observar hasta 120 especies de aves acuáticas. Si tienes suerte, quizás veas algún gato montés o algún corzo, animales que también tienen su hábitat en las marismas.
Las casonas y los palacetes conforman el rico patrimonio arquitectónico de Noja, visitas que no pueden faltar durante tu viaje. En el palacio de los Marqueses de Albaicín, de estilo neomontañés y construido en 1916, se celebran actividades culturales en verano. Otras casas de interés son la casa palacio de Velasco, la casa palacio del Carmen, la casona de la Torre y la casona del capitán Vereno.
El puente romano que salva las marismas de las Helgueras es una bonita estampa que bien merece una visita. Las viejas ermitas también tienen su encanto: San Juan de Ris, San Nicolás y la de San Pedruco. La iglesia parroquial de Noja, del siglo XVII, destaca sobre el llano terreno y es otro buen ejemplo de la arquitectura de la ciudad.
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