El bullicioso mercado de la Esperanza se ubica en una impresionante sala del sigloXIX que recibe el mismo nombre. La estructura de hierro fundido alberga los puestos de comida y otros productos de comerciantes de todo tipo. Puedes hablar con los dependientes o con otros turistas para intentar conocer mejor la cultura local y las tradiciones culinarias.
La capa superior de la fachada de este majestuoso edificio está decorada con paneles de cristal. En las esquinas se pueden ver pilares de piedra sobre bases rectangulares. Antes de adentrarte en el mercado, examina el intrincado frontón blanco y las estrechas columnas que se alzan sobre el portal principal.
En la planta inferior encontrarás la sección marítima, con todo tipo de pescado y marisco. La zona superior está repleta de carne, queso, fruta y otros alimentos e ingredientes típicos de la región de Cantabria. Entre la oferta de productos tradicionales, encontrarás café en grano y tarros de mermelada. Antes de irte, echa un vistazo a la sección de alimentos congelados y prueba alguno de los distintos tipos de pan y especias.
Fuera del mercado, verás más puestos instalados en la plaza de la Esperanza. Aquí puedes comprar ropa y accesorios. Si te apetece tomar algo, siéntate en la terraza de una de las cafeterías ubicadas en la plaza.
El mercado abrió al público por primera vez en 1904. Actualmente, se puede encontrar un ambiente de lo más animado, además de productos de gran calidad a precios bastante bajos. El mercado abre de lunes a sábado desde la mañana hasta primera hora de la tarde. Entre semana, también abre algunas horas a última hora de la tarde.
Si reservas uno de nuestros viajes a Santander, no olvides visitar el mercado de la Esperanza, situado en el extremo noroeste del casco antiguo. Puedes coger un autobús hasta una de las principales avenidas que rodean el mercado y recorrer a pie los callejones del centro histórico. De camino, busca otros lugares de interés en la zona, como la plaza Porticada, la catedral de Santander o el ayuntamiento de Santander.