El monumento de Pedro el Grande es famoso por tener un aspecto desproporcionado, pero sin duda es un espectáculo sorprendente que vale la pena ver en tu viaje a Moscú. Acércate a este lugar para apreciar la estructura y únete al debate: ¿es atrevido y hermoso o simplemente engorroso?
Admira este monumento único, que se construyó como parte de las celebraciones del 850.º aniversario de Moscú. Pedro el Grande, la figura principal de la estatua, fue uno de los mandatarios más destacados de la historia de Rusia. Gobernó desde 1682 hasta 1725 y creó la ciudad de San Petersburgo. Además, promovió políticas que fomentaron la occidentalización de este inmenso país.
La composición, de 98 metros, es obra del artista georgiano Zurab Tsereteli, y se levanta sobre un islote al pie del río Moscova y el canal Vodootvodny. Esta obra, que tiene el título de ser el monumento más alto del país, representa a Pedro el Grande al timón de un barco, desde donde agita victorioso un documento dorado enrollado. La escultura logra transmitir la imponente figura de Pedro el Grande, quien, al parecer, medía dos metros de altura. Observa cómo su gigantesca figura casi eclipsa el navío donde se encuentra. Los elementos náuticos de esta obra de bronce y acero hacen referencia a la fundación del ejército naval ruso durante el gobierno de Pedro el Grande.
Encontrarás además otros muchos detalles, como gran cantidad de banderas de San Andrés en el propio barco y otros navíos que emergen de la columna sobre la que se asienta el conjunto principal. Más abajo, la base del monumento está decorada con una fuente. Los chorros de agua pretenden imitar las olas que levanta el casco de una embarcación al surcar el mar.
Para ver el monumento de Pedro el Grande, toma un autobús hasta un lugar cercano. Puedes combinar esta actividad con una visita al Parque de los Monumentos Caídos, donde encontrarás un jardín con gran cantidad de esculturas de la época soviética.