En la iglesia de los Doce Apóstoles, ubicada en el palacio del Patriarca, podrás descubrirlo todo sobre el pasado del país. Profundiza en la historia de la Iglesia ortodoxa rusa y descubre cómo era la vida en el palacio donde residían antiguamente los líderes religiosos.
Descubre cómo se construyó este palacio bajo las órdenes del patriarca Nikon en la década de 1650, en una época de agitación religiosa, y desacuerdo entre la Iglesia y la realeza rusa. Los arquitectos se inspiraron en los diseños de las regiones de Vladímir y Súzdal, donde se encuentran numerosas iglesias célebres. Una vez construido este recinto, el patriarca lo utilizó para recibir a las visitas más especiales. Además, servía de lugar de culto para su familia.
Contempla la estructura exterior de la iglesia. Probablemente reconocerás varias características comunes de la arquitectura religiosa tradicional rusa, como las elegantes cúpulas plateadas. No obstante, es en el interior del edificio donde se encuentran los auténticos tesoros.
Busca la Sala de la Cruz para ver el lugar donde el patriarca Nikon desempeñaba su labor. Esta sala tiene una extensión de 280 metros cuadrados y actualmente alberga una exposición de objetos del siglo XVII, que muestran cómo era la vida en Rusia y Europa del Este durante la época. Entre otras piezas, esta exposición incluye algunos dispositivos muy peculiares que se utilizaban para cazar, obras de arte religioso, objetos cotidianos y accesorios que se utilizaban en la época.
Contempla el iconostasio de la iglesia del siglo XVII y el excelente trabajo que muestra. Originalmente, esta estructura se encontraba en la catedral de la Ascensión, pero se trasladó aquí en 1929 para reemplazar el iconostasio anterior extraviado. Las tallas doradas en las paredes y las lámparas de araña aportan decadencia a la atmósfera.
Si quieres visitar la iglesia de los Doce Apóstoles, dirígete a la plaza de la Catedral del Kremlin, a poca distancia de la parada de metro de Alexandrovsky Sad. Para acceder a la plaza de la Catedral, debe abonarse una entrada. Abre todos los días, excepto los jueves.