La Catedral de Granada, también llamada Catedral de Santa María de la Encarnación, se considera una obra maestra de la arquitectura del Renacimiento español. Cuando viajes a Granada, pasea bajo su imponente cúpula y admira las estatuas, las pinturas y las capillas antes de visitar la cripta, donde yacen dos de los reyes más importantes de España.
La catedral se construyó bajo las órdenes de la reina Isabel de Castilla tras la conquista de Granada, la campaña militar que puso fin a los 800años de dominio musulmán. Su construcción se inició a principios del sigloXVI en el lugar donde se encontraba la antigua mezquita principal de Granada y finalizó 181años más tarde.
Uno de los rasgos que más llaman la atención del interior de la catedral es su brillo, debido a la cantería de color blanco brillante. Tómate el tiempo necesario para apreciar el complejo diseño de la cúpula de la catedral, con sus inmensos frescos y sus vidrieras. Observa las numerosas pinturas situadas sobre los altares y dentro de las diferentes capillas.
La Capilla Real, unida a la Catedral, contiene los restos de Isabel de Castilla y su esposo, Fernando de Aragón. Fue el papa AlejandroVI quien los denominó “Reyes Católicos”, a modo de reconocimiento por sus esfuerzos a la hora de defender la religión. Antes de entrar, contempla las hermosas figuras talladas en la entrada gótica.
Una vez dentro, presta atención a la colección de obras de arte personal de la reina, de artistas españoles, italianos y flamencos. Dentro de una vitrina de cristal, verás la espada de Fernando y la corona y el cetro de Isabel. Adéntrate en silencio en la cripta donde se encuentran los sepulcros de ambos reyes.
Atraviesa el pasaje abovedado de piedra esculpida hasta el museo de la catedral, donde te espera un tesoro escondido: esculturas, tapices, joyas y vestimentas. El museo también contiene muchas pinturas religiosas significativas de los siglosXVI, XVII y XVIII.
La Catedral de Granada está ubicada en el centro de la ciudad, cerca de varias rutas de autobús. No es posible acercarse a esta construcción en coche, ya que algunas de las calles están restringidas para los vehículos privados, pero los taxis sí pueden entrar. La catedral abre todos los días y la entrada es de pago.