Acércate a la Piazza della Rotonda para admirar sus emblemáticos monumentos. La principal atracción de la plaza es, por supuesto, el majestuoso Panteón, que se alza en el lado sur. La plaza está rodeada de terracitas donde puedes sentarte a tomar algo en un entorno de ensueño.
Durante el siglo XIX, en la Piazza della Rotonda se celebraba un bullicioso mercado. Los vendedores ofrecían todo tipo de artículos, desde pájaros enjaulados hasta pescado o verduras. El papa Pío VII trasladó el mercado y decidió crear una plaza que se ajustara a la grandeza arquitectónica del lugar.
En el corazón de la plaza se encuentra la bonita fuente del Panteón, coronada por un obelisco egipcio. Giacomo della Porta diseñó la fuente en 1575, y Filippo Barigioni añadió el obelisco en 1711. Fíjate en sus grabados de monstruos y escudos de armas. Los jeroglíficos del obelisco tienen su origen en la época del faraón egipcio Ramsés II.
Después, acércate al Panteón, uno de los monumentos más famosos de la antigua Roma, construido durante el reinado del emperador Adriano. Párate a admirar la gran entrada, flanqueada por 16 columnas corintias. En el interior se extiende un precioso templo circular decorado con un espléndido suelo de mármol y estatuas de personajes bíblicos. Si miras hacia arriba, verás el chorro de luz natural que atraviesa la enorme cúpula. Aunque se construyó como templo dedicado a los dioses clásicos, en el año 608 se convirtió en una iglesia cristiana, llamada Santa María de los Mártires.
Siéntate en la terraza de una cafetería o un restaurante, pide una bebida y observa el ir y venir de los turistas y los romanos. Saca la cámara para llevarte alguna foto de la fuente, el Panteón y los bonitos edificios de color pastel. También puedes comprar comida y bebida en alguna tienda cercana y sentarte en las escaleras de la fuente.
Hay muchos autobuses públicos que dejan cerca de la Piazza della Rotonda, pero la mejor forma de acercarse a ella es a pie. Está a unos diez minutos andando de atracciones turísticas como Piazza Venezia o la Fontana de Trevi.
El Panteón abre todos los días, excepto algunos festivos, y la entrada es gratuita. Se ofrecen visitas guiadas de pago de domingo a viernes. Suele haber colas, durante todo el año.