Desde que llegamos todo fueron decepciones.
Primeramente no había nadie en recepción por lo que nuestras llaves y las de otros clientes estaban en la puerta pegadas metidas en unos sobres.
Cuando entramos en el apartamento a parte de los desperfectos que tenía este (secador roto,sin luz en la cocina ni en la terraza etc) nos encontramos insectos(hormigas por todos lados, mosquitos, arañas...) Insoportable la estancia.
Por la noche por fin abrieron recepción y pedimos un cambio de habitación,la cuál nos aceptan pero pagando. Nos enseñan una súper bonita,en la otra parte del hotel (que está reformada),nos la daban a la mañana siguiente y sorpresa...el baño tenía una avería y no pudimos estar en esta tampoco.
Nos ofrecen un dúplex,que estaba mejor que el apartamento pero bastante dejado también.
Las piscinas dejan bastante que desear,mal cuidadas.
Todo no fue malo pero es una pena que lo tengan así.
La comida del buffet bien y la amabilidad de los camareros genial.
La cercanía a la playa también bien.
En definitiva,un sitio con mucho potencial pero muy mal cuidado.