Las hordas de turistas que se concentran en Roma y Milán muchas veces pasan por alto esta bonita ciudad del norte de Italia, que se esconde a la sombra de los Alpes. Antigua sede de la familia real italiana, los Saboya, Turín conserva un legado de opulencia y grandeza que la convierte en el destino ideal para una escapada de fábula.
Una buena forma de empezar la visita de Turín es acercándose a la Mole Antonelliana, uno de los edificios más famosos de la ciudad. Si subes hasta lo más alto podrás contemplar la vista panorámica de la ciudad y de los Alpes en dirección noroeste. En su interior alberga el Museo Nacional del Cine de Turín, que bien merece una visita.
En toda la ciudad se aprecia la huella de los Saboya. El Palacio Real de Turín da buena muestra de su legado en él podrás conocer más detalles de sus costumbres, además de visitar una de las armerías más completas de Europa. Al otro lado del palacio se encuentra la Catedral de Turín, que alberga la famosa Sábana Santa. Muchas personas creen que esta reliquia es la tela que cubría el cuerpo de Jesucristo durante su entierro. Para disfrutar de un paseo agradable, puedes dirigirte a los Jardines Reales, situados detrás del palacio, y relajarte bajo el sol. Otra opción es el parque del Valentino, ubicado más al sur, que esconde el espectacular Castillo del Valentino en su interior.
Las grandes “piazzas” repartidas por todo el centro de Turín te ofrecen un lugar único para sentarte a comer o a degustar un buen café. En la plaza San Carlo se encuentran dos de las cafeterías más famosas de Turín: el “Café San Carlo” y el “Café Torino”. Dicen que la plaza Statuto, situada al noroeste, tiene algo de mágico o maléfico acércate a descubrirlo y a admirar su bonito patrimonio histórico.
Otra de las grandes atracciones de Turín es el Museo Egipcio. Único museo de este tipo fuera de El Cairo, alberga algunos de los mejores ejemplos de piezas del antiguo Egipto del mundo, con colecciones completas que van desde tumbas individuales hasta un templo reconstruido dentro del museo.
Es fácil encontrar ofertas de viajes a Turín, tanto en avión como en tren, desde otras ciudades italianas. Se encuentra a menos de dos horas en coche del mar Mediterráneo y de Francia.