El Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial de Nueva Orleans cuenta la historia de los que combatieron y de los que no volvieron del frente y permite ver desde tanques Spitfire y Sherman a refugios y sonetos de guerra.
Durante el estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939, el ejército de Estados Unidos era más reducido que el de Alemania, Japón e Italia. Sin embargo, cuando Estados Unidos se unió a la guerra en 1941, el país consiguió reunir una inmensa maquinaria militar que, hasta el día de hoy, sigue siendo una de las más grandes del mundo.
Esta es una de las historias que se narran en el Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial, que abrió sus puertas en junio del año 2000 en Magazine Street, una calle del centro de Nueva Orleans. Se eligió Nueva Orleans como sede del museo debido a que fue donde se diseñaron y fabricaron los barcos anfibios de Higgins Industries, que fueron decisivos para alcanzar la victoria en el Día D. En la actualidad, este museo se considera uno de los repositorios de guerra más importantes de Estados Unidos.
Adéntrate en su enorme vestíbulo, donde hay decenas de aviones suspendidos de las vigas del techo con los que podrás hacerte una idea del tamaño de la excepcional colección que alberga este museo. En las exposiciones permanentes se exhiben una serie de vehículos militares, galerías fotográficas del Desembarco de Normandía, una sección sobre los esfuerzos del Frente Occidental y monumentos dedicados a los soldados caídos. Disfruta de secuencias de películas originales y escucha grabaciones de los hombres que lucharon en las costas y las trincheras.
Recientemente, el museo ha abierto la tienda Soda Shop, decorada al estilo de los años cuarenta y con una interesante selección de refrescos que se sirven en las botellas tradicionales de un cuarto de galón.
Ten en cuenta que tardarás, como mínimo, de tres a cuatro horas en ver todo el museo, así que programa bien tu viaje para no perderte nada. El museo abre todos los días, a excepción de Mardi Gras, Acción de Gracias, Nochebuena y Navidad, y es una visita muy recomendable en los viajes a Nueva Orleans. También se puede llegar en autobús público.