La espectacular Catedral de San Luis es uno de los edificios más altos del barrio y es conocida en todo el mundo como símbolo de Nueva Orleans.
Esta iglesia del siglo XVIII sirve de pintoresco telón de fondo para la ajetreada plaza Jackson Square. Obsérvala desde el otro lado de la plaza, en el paseo fluvial. Pásate por aquí después de visitar las exposiciones del museo del Cabildo, el antiguo ayuntamiento de la ciudad que se encuentra junto a la catedral. Será una visita gratificante para todos aquellos interesados en la historia o la arquitectura o que busquen un lugar de culto inspirador.
La Catedral de San Luis es la iglesia católica romana más antigua de las que siguen en activo de Estados Unidos. Su construcción se finalizó en 1727 y se consagró a Luis IX, el devoto rey francés que fue canonizado poco después de su muerte. En el siglo XVII el edificio original tuvo un incendio, al que siguieron muchos años de reconstrucción y remodelación. La estructura actual se completó en 1850.
Siempre que no se esté celebrando ninguna misa, funeral o boda, el interior de la catedral está abierto a las visitas. Coge un folleto en la entrada a cambio de un pequeño donativo y visita la catedral a tu aire. También puedes hacer una visita con un guía voluntario, pero no hay un horario programado.
A medida que te adentres en la iglesia, escucha el sonido del órgano y admira las numerosas obras de arte. Las vidrieras, que representan la vida de San Luis, son excepcionales y se conservan en buen estado. Contempla también el ornamentado altar de estilo rococó que hay en la parte delantera de la iglesia. Pásate por la pequeña tienda de la iglesia, que vende recuerdos y objetos religiosos. Todos los ingresos se destinan al mantenimiento de la iglesia.
Detente un momento para ver a los artistas callejeros, los tarotistas y las exhibiciones de la plaza que hay justo delante de la catedral.Date un paseo por la cercana Royal Street para admirar la cara menos conocida de la catedral, donde podrás ver la impresionante estatua de mármol de Jesucristo con los brazos extendidos.
El transporte público más cercano para llegar a la catedral es el tranvía que recorre la ribera. Conseguir aparcar en Nueva Orleans puede ser bastante complicado. Podrás encontrar estacionamiento con parquímetro en la calle y un montón de plazas de aparcamiento público en el Barrio Francés. Eso sí, no te olvides de consultar la tarifa horaria.