Estas dos genuinas yurtas mongolas, que se sientan una al lado de la otra, son una opción ideal para dos parejas o una familia, ofreciendo un cómodo alojamiento con verdaderas credenciales ecológicas.
En el interior, el suelo de madera maciza y la tradicional cubierta de dos capas, mantienen las yurtas libres de corrientes de aire, asegurando una temperatura ambiente constante. Un tragaluz central permite la ventilación, así como la observación romántica de las estrellas.
La primera unidad tiene 6 metros de diámetro, tiene una cama doble, con espacio adicional para camas plegable y/o cunas. La segunda unidad tiene 3 metros de diámetro, una cama individual que puede convertirse en una cama doble, o se puede añadir la cama individual con una cuna de viaje.
En el exterior, podrás disfrutar de increíbles vistas al mar y a las montañas, desde la terraza y jardín privado orientado al sur. Está cercado y cerrado, con tumbonas de madera, barbacoa y muebles de teca, para disfrutar de cenas al aire libre. Hay un baño privado con ducha, y una cocina también privada y totalmente equipada, con una barra de granito para el desayuno. Hay un segundo baño con ducha y aseo, una cocina cubierta, salón de relax y piscinas, todo en la zona compartida, con acceso gratuito a internet WiFi.