Las puertas del puerto de Rodas marcan la entrada al puerto de Mandraki, el que ha sido el puerto principal de la isla durante más de 2.000 años. Tómate tu tiempo y disfruta de los edificios históricos, las vistas al mar y las estatuas.
Observa también las dos figuras que coronan las columnas de la entrada al puerto, una de un ciervo y la otra de una cierva. Se conocen como Élafos y Elafina, y son los símbolos de la isla. Se dice que este es el lugar donde antiguamente se alzaba el Coloso de Rodas. El coloso, que era una de las siete maravillas del mundo antiguo, era una estatua de Helios, el dios griego del sol, y medía unos 34 metros de altura. Alrededor del año 226 a. C., un terremoto destrozó gran parte de esta figura gigantesca y, posteriormente, las ruinas de la estatua se vendieron.
Aprovecha el paseo y relájate en uno de los bancos que hay en el lado oeste de la entrada y disfruta de las vistas al Egeo. Podrás ver yates y cruceros pasar frente a ti. Si el día está despejado, incluso podrás ver la costa de Turquía.
Si recorres el paseo del puerto, llegarás al casco antiguo medieval. Por este camino llegarás a la iglesia de Evangelismós, construida en el paseo marítimo a principios del siglo XX. El edificio es todavía más impresionante de noche, cuando está iluminado. No dejes de visitar alguna de las tabernas de la zona para probar bebidas y platos griegos tradicionales. También puedes sentarte en una de las terrazas y disfrutar de las encantadoras vistas del puerto y los barcos.
Pasea por el espigón que hay en la parte este del puerto y observa la entrada y las estatuas de los ciervos desde otro punto de vista. Luego, echa un vistazo a los tres molinos medievales, ahora abandonados, y sigue hasta el antiguo faro.
Se puede llegar a las puertas del puerto desde cualquier punto de la ciudad de Rodas. Además, a poca distancia a pie hay más puntos de interés, como el templo de Afrodita y el Palacio del Gran Maestre de los Caballeros de Rodas.