Contempla el espectacular faro de Maspalomas y descubre las historias sobre las naves y barcos pesqueros que ha salvado de chocar contra los escarpados arrecifes volcánicos de las Canarias. Después, disfruta de las aguas de la playa bajo la sombra del faro o aprovecha la marea baja para recorrer las lagunas de roca situadas delante.
La construcción del faro se inició en 1886, y la estructura comenzó a funcionar cuatro años más tarde. A una altura de 65 metros, es uno de los más altos de todo el archipiélago.
Examina la sólida construcción de ladrillo oscuro que ha resistido las brutales tormentas del océano Atlántico en incontables ocasiones. Después, fíjate en las pequeñas ventanas que recorren uno de los laterales hasta la linterna en la cima. Actualmente no es posible acceder al interior,
pero puedes tomar fotografías muy bellas desde la playa de arena cercana. Quizá te apetezca aprovechar para nadar un poco o buscar cangrejos y gambas en las lagunas de roca situadas a cada lado del faro.
Un paseo por la arena te descubrirá varios bares y cafeterías a pocos minutos de distancia. La silueta elevada y gris del faro se ve perfectamente incluso desde el extremo de la playa y llega a empequeñecer los edificios que lo rodean. Disfruta de las vistas con una bebida bien fresquita o un helado junto al mar. Y vuelve también para cenar, así podrás ver cómo ilumina el agua en la oscuridad de la noche.
El faro de Maspalomas se encuentra al borde del océano, detrás de la playa de la ciudad. Está a poca distancia de la mayoría de hoteles y complejos turísticos de Maspalomas.