El Parque Nacional Torres del Paine, uno de los rincones naturales mejor conservados del planeta, es un lugar que sorprende a sus visitantes con parajes naturales de extrema belleza. Glaciares, montañas nevadas, lagos del azul más intenso y una miríada de especies animales jalonan el territorio que comprenden sus fronteras. Recorre las distintas rutas de senderismo y disfruta de la grandeza de sus icónicas columnas de granito.
Antes de convertirse en parque nacional en el año 1959, la región se utilizaba como tierra de pastoreo. En la actualidad, el parque es muy popular como destino turístico, sobre todo, por las impresionantes torres de piedra que dan nombre al territorio. Llévate fotos inolvidables de estas formaciones, que miran imponentes a los lagos y valles del parque desde una altura de 2.000 metros por encima de las llanuras de la Patagonia.
El parque cuenta con una amplia variedad de rutas de senderismo. Puedes recorrer, por ejemplo, la célebre ruta “W”, de unos cinco días de duración. A lo largo del trayecto encontrarás refugios y servicios básicos. Estos lugares serán los únicos en los que se permita cocinar con hornillo.
Los senderistas más ambiciosos pueden realizar el circuito más largo, de unas nueve jornadas. También puedes reservar una visita guiada por guardabosques para ver las zonas menos transitadas del parque.
Durante el recorrido, presta mucha atención para avistar los fascinantes animales que habitan la zona, como el zorro gris sudamericano y el ciervo andino del sur. El parque también acoge ejemplares de guanacos, un pariente más pequeño del camello, así como más de 270 especies de plantas.
Puedes alojarte en las zonas específicas de acampada o mimarte con uno de los hoteles de lujo situados a la entrada del parque. La mejor época para visitar Torres del Paine es entre diciembre y febrero, cuando los días son más largos. Durante gran parte del invierno austral, el parque se encuentra a oscuras.
El Parque Nacional Torres del Paine está situado en la zona norte de Magallanes y la región de la Antártida chilena. Puedes llegar en autobús desde la localidad de Puerto Natales. Hay que pagar la entrada. Los chilenos y los niños entran con descuento.