Los viajes a Tokio permiten visitar el barrio de Asakusa, cuyo apacible encanto contrasta con la atmósfera frenética típica de la moderna ciudad que lo acoge. Muchos de los edificios que verás son reconstrucciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la larga historia de la zona aún es evidente en su tranquilo ritmo de vida. Visita el templo Sensoji, una de las atracciones más célebres de Asakusa, conocido por su característico exterior rojo y por ser el templo más antiguo de Tokio.
Durante el periodo Edo, esta zona quedaba fuera de los límites urbanos, lo que la hacía perfecta para un barrio rojo. No obstante, después de décadas como una de las áreas de ocio más populares, gran parte de los edificios originales de Asakusa quedaron destruidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La ruta tradicional para llegar a Sensoji atraviesa la calle Nakamise, una atracción por derecho propio. Accede a Nakamise a través de la imponente Kaminarimon, o “puerta del trueno”, que destaca por su enorme farol de papel rojo. Los vendedores de esta célebre calle comercial llevan siglos vendiendo refrigerios y recuerdos a los visitantes del templo. Aquí encontrarás paipáis plegables, batas yukata y otros objetos tradicionales.
Sensoji, dedicado al bodhisattva de la compasión, atrae a más de 30 millones de visitantes cada año. Te recomendamos visitarlo temprano por la mañana para disfrutar de su espectacularidad sin la molestia de las muchedumbres. Este templo budista también suele estar más tranquilo tras la puesta de sol, y la iluminación nocturna le añade belleza.
Aprovecha la visita a Asakusa para probar la comida callejera de Tokio. Nakamise es famosa por las llamadas ningyo-yaki, bizcochos fritos rellenos de pasta de judía roja. Aunque se preparan en todo el país, en la calle Nakamise adoptan la forma de conocidas atracciones del barrio.
Reserva tiempo para pasear por el tranquilo Parque Sumida, con vistas soberbias del famoso Tokyo Skytree al otro lado del río Sumida. Después, acércate al muelle de Asakusa y apúntate a un crucero turístico por el río. La popular ruta que conecta Asakusa y Odaiba ofrece una bella perspectiva de la ciudad.
Es fácil llegar a Asakusa en metro o en tren. El barrio merece la pena en cualquier momento del día, pero muchas tiendas cierran al atardecer. Sensoji abre todo el año y la entrada es gratuita.