Estuvimos mi novio y yo 5 días en Roma y escogimos las habitación doble con baño privado. Se nota que el hotel es algo viejo y necesita un lavado de cara, pero por lo demás, excelente, la habitación limpia, la cama comodísima y enorme, el personal siempre atento y las ventanas eran buenas por lo que no se escuchaba el ruido de la calle. El metro estaba al ladito, la zona es muy buena y está cerquísima del Vaticano. Lo único malo que la ducha es algo pequeña, la alcachofa es de las que no se pueden separar de la pared y salía poca agua, pero bueno, la suficiente.