Con un telón de fondo formado por casas color pastel, un pintoresco muelle antiguo y colinas rocosas, la playa de Monterosso atrae a visitantes de todas las nacionalidades. Los senderistas que visitan Cinque Terre no suelen buscar sitios para nadar, pero este lugar no tiene nada que envidiar a las playas del mar de Liguria. Lo que distingue a esta playa es que, en vez de tener solo grandes guijarros, en realidad tiene arena, lo que no es común en esta costa rocosa.
Cuando viajes a Monterosso al Mare, la localidad de Cinque Terre situada más al norte, te sorprenderá ver que no parece una antigua aldea de pescadores, sino más bien un complejo turístico moderno. La playa es amplia y puedes pasear por toda su longitud, aspirar la brisa marina y socializar con lugareños y turistas en la arena o en el paseo situado en el promontorio que la domina. Date un baño en las aguas saladas del precioso mar azul y contempla desde allí las vistas de la localidad y las verdes colinas que la rodean. La playa también es el lugar perfecto para dar un paseo en un pequeño bote.
Un elemento característico de la playa es la enorme roca que se erige en medio del agua poco profunda de la orilla. Si te atreves, prueba a subirte a ella para tener una mejor vista de los acantilados y del horizonte a lo lejos. Otra atracción especial es Il Gigante, una misteriosa figura de 14 metros en forma de hombre tallada en el hormigón en 1910. Representa a Neptuno reteniendo las olas, aunque le faltan los brazos, el tridente y la concha a causa de los bombardeos de la II Guerra Mundial. Pasea hasta el fondo de la playa para poder verlo y hacerle una foto.
Es bien sabido que la playa de Monterosso es un lugar espléndido para tomar el sol. En temporada alta, tendrás que reservar una de las sombrillas de colores y una tumbona varios días por adelantado. Aquí podrás nadar, tomar el sol e incluso degustar delicias regionales como el vino blanco, las olivas y los productos del mar, ya que junto a la playa y en la localidad hay numerosos restaurantes.