El cementerio Novodévichi es un lugar tranquilo en el corazón de la ciudad, donde podrás visitar las tumbas de muchos rusos famosos. Junto al cementerio se encuentra el convento Novodévichi, que en sus años de historia ha atraído la atención de muchos integrantes de la élite rusa. Debido a estas asociaciones y a su tranquilo entorno, esta es una visita destacada que te recomendamos en tu viaje a Moscú. Presenta tus respetos ante las tumbas de eminentes músicos, escritores y pensadores rusos.
El zar Basilio III fundó el convento en 1524. Por su patrocinio, era frecuente que el convento alojase a mujeres de la clase alta de la sociedad. Desde entonces se ha remodelado, en gran parte por iniciativa de Sofía, medio hermana de Pedro el Grande y regente de Rusia. Por un giro del destino, Sofía permaneció recluida en este mismo edificio por orden de su medio hermano. Destaca también en la historia del convento que sobrevivió a la invasión de Napoleón gracias al ingenio de sus monjas. Otro dato curioso es que se menciona en la obra Guerra y paz, de Tolstói. La historia del cementerio es paralela a la del convento. Desde su inauguración, aquí han recibido sepultura muchos moscovitas ilustres.
Al entrar, admira la Puerta-Iglesia de la Transfiguración. Este noble edificio blanco y rojo es verdaderamente imponente. En el interior, busca la catedral de la Virgen de Smolensk, construida en un estilo que se conoce como el “barroco de Moscú”. Sus cúpulas abombadas sobresalen de los muros que las contienen.
Entra para ver la gran cantidad de obras de arte sacro de los siglos XVI y XVII de la catedral, que incluyen un iconostasio de varios niveles de altura y exquisitos frescos del artista Dmitry Grigorev. Admira el enorme campanario de 72 metros y su intrincado diseño. En la zona del convento puedes ver diferentes exposiciones de arte sacro o de piedras preciosas.
Visita el cementerio para ver las tumbas de rusos famosos, como el apreciado autor y dramaturgo Antón Chéjov, el director escénico Konstantín Stanislavski y el compositor Serguéi Prokófiev. Aunque quizás la tumba más interesante sea la del político Nikita Khruschev. Khruschev fue una figura polémica y fue enterrado en este cementerio porque no se permitió que sus restos descansasen en el muro del Kremlin. La ornamentación monocromática de su lugar de descanso simboliza sus rasgos positivos y negativos, e invita a reflexionar.
Para llegar al convento y cementerio Novodévichi toma el metro hasta la estación Sportivnaya. Tanto el convento como el cementerio abren todos los días. El convento cierra el último lunes de cada mes. Hay que pagar la entrada al cementerio, las iglesias y las exposiciones.