El hotel para el precio que tiene es excesivamente lamentable. Jamás había estado en un 4* tan malo.
La opción de comida y cena no merece para nada la pena, la calidad de la comida es horrible y el desayuno igual, no parecen productos frescos, bollería dura. Para entrar al restaurante en las 3 comidas te hacen pasar por un ritual en el que el camarero encargado te dice que cuantas personas sois, luego va a buscar la mesa y tarda una barbaridad, formándose colas absurdas. Después, si eliges terraza, la bebida te puede llegar con el postre. De 3 días sólo consumí la comida del primero, no merece la pena el mal rato. Los platos y la cubertería bastante sucias.
El personal parece que está de mal humor. Nos entregaron una toalla de piscina sucia y cuando fuimos a cambiarla, tuvimos que justificar la razón de por qué queríamos cambiarla cuando era evidente y tenía una pila de toallas limpias.
Me entregaron una habitación que daba a la parte trasera del hotel, no a las montañas, dicha zona era la parte industrial y de mantenimiento. Esta habitación incluía un armario sin vestir y un aire acondicionado que se apagaba en mitad de la noche. Los jabones de la ducha rellenados con agua y para colmo el último día sin agua caliente.
Un complejo excesivamente concurrido, con mucho ruido y muy mal organizado. He pagado mucho menos por mas, lo tengo claro.