Acércate a la iglesia de São Francisco para contemplar ángeles cubiertos de oro, motivos florales y tallas de madera repletas de detalles exquisitos. Recorre el museo de la iglesia y descubre objetos preciosos con siglos de antigüedad, así como catacumbas que albergan los esqueletos de siervos religiosos.
El centro de esta ciudad presume de albergar una construcción religiosa desde 1244, cuando los franciscanos construyeron una iglesia dedicada a San Francisco de Asís. Sin embargo, la construcción del edificio actual no se terminó hasta principios del siglo XV. Además de su espectacular arquitectura gótica, la iglesia de São Francisco goza del prestigio de albergar una gran cantidad de metal precioso, pues su interior cuenta con cerca de 400 kilogramos de láminas de oro brillante.
Pasea por la iglesia y verás los afilados rasgos góticos, así como el impresionante rosetón de la entrada principal. Detente en el portal del sur para contemplar el peculiar panel de madera mudéjar, que data de la época en que la cultura islámica repercutió en Portugal.
Al entrar en la iglesia, el brillante color dorado de su techo, columnas y muros te dejará sin aliento. Observa los querubines, los monjes o los animales, entre otras muchas figuras, todas cubiertas de láminas brillantes de oro.
Explora su interior y descubre otras figuras espectaculares, como la estatua en mármol de San Francisco. Una vez que hayas contemplado los elementos más llamativos de su interior, visita la pequeña capilla da Árvore de Jesse, donde encontrarás una serie de tallas de madera con escenas religiosas.
Dirígete al nivel inferior y visita el pequeño museo, que alberga artículos de la primera iglesia erigida en este lugar. Podrás ver vestimentas antiguas, así como joyas que pudieron haber pertenecido a los fundadores de la parroquia. Dirígete a las catacumbas, que contienen huesos humanos de aquellos que esperan el Día del Juicio.
Aprovecha una oferta de viajes a Oporto para acercarte a la iglesia de São Francisco, ubicada en el casco antiguo de la ciudad, a pocos minutos a pie del centro. También se puede acceder en autobús, cuyo trayecto es relativamente corto. La iglesia está abierta al público todos los días. Eso sí, para acceder a las catacumbas, es necesario pagar una entrada.