No te pierdas la iglesia de Santa Ana, uno de los edificios religiosos más ornamentados de la ciudad, con una decoración interior de estilo barroco en tonos dorados y fascinantes frescos pintados en el techo. A pesar de su ostentosa y extravagante decoración, en el interior de este edificio se respira una atmósfera de serenidad. Admira el complejo entramado de la decoración de esta iglesia y contempla las excelentes vistas desde el campanario.
La iglesia original se construyó en el siglo XV, pero la estructura que vemos en la actualidad data de la década de 1770. Esta iglesia sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, pero afortunadamente no quedó totalmente destruida y se pudieron conservar algunos de sus elementos originales. Observa el altar principal, el púlpito y el impresionante órgano, que datan del siglo XVIII.
Antes de entrar a la iglesia, admira la fachada de tonos pastel. Algunos de los elementos más destacados de esta estructura de diseño neoclásico son las columnas, los relieves y la cruz que corona el edificio.
El interior del edificio es increíblemente cautivador. Explora la extraordinaria variedad de superficies doradas y coloridos cuadros, así como la resplandeciente y lujosa lámpara de araña. Además, en el interior encontrarás una placa que conmemora la misa que celebró el papa Juan Pablo II durante su visita a la iglesia.
La iglesia de Santa Ana es un lugar de culto, por lo que deberás ser respetuoso con los feligreses que asisten a misa o practican sus oraciones. Asiste a uno de los clamorosos conciertos del coro de la iglesia, al que acompaña un órgano magnífico.
A un precio muy económica, podrás subir al campanario de la iglesia, conocido como Taras Widokowy. Esta torre está ubicada en un edificio independiente, al que se accede por unas escaleras. El elevado mirador ofrece vistas panorámicas de Varsovia y, si el día está despejado, también pueden verse otras pequeñas ciudades de la zona.
La iglesia de Santa Ana está situada cerca de la plaza del Castillo, en el casco antiguo de Varsovia. La iglesia abre todos los días, pero no se puede acceder al interior durante la celebración de la misa.