Hoteles históricos en Guía de Isora

Probablemente ya estés pensando en recorrer los monumentos históricos durante tu estancia en Guía de Isora. No puedes irte de aquí sin pasar por los spas ni sin salir a admirar sus playas. Aprovecha tu visita a esta zona románticapara hacer un alto en sus restaurantes de lujo.

Rok Plaza - Only Adults es un hotel de 4 estrellas disponible en Expedia que te encantará si te apasiona la historia y, además, cuenta con un servicio de spa completo y wifi gratis.

Guía de Isora ofrece 377 opciones de alojamiento que puedes reservar en Expedia, pero no muchos hoteles históricos.

Esta ciudad cuenta con rincones magníficos, como Campo de golf ABAMA Golf, Playa San Juan y Playa de Abama. En la zona también hay sitios como Playa de Fañabé o Parque Siam.

Quienes eligen un hotel histórico tienen la posibilidad de alojarse en un edificio que cuenta con un reconocimiento nacional por su valor histórico. En el mundo se pueden encontrar todo tipo de hoteles históricos: castillos, palacios, o incluso antiguas comisarías o rascacielos. Más allá de su origen, estos sitios son de gran interés histórico. Los hoteles históricos de Guía de Isora todavía conservan elementos originales en las habitaciones o en las zonas comunes, como una arquitectura tradicional.

Se trata de dos términos bastante similares. En algunas regiones es más habitual la denominación “hotel histórico”, mientras que “hotel patrimonial” es la denominación más común en otras. Los hoteles históricos suelen destacar la arquitectura y el propio edificio. Los hoteles patrimoniales suelen centrarse en su valor cultural y su aporte a la comunidad local.

Sí. Aunque se hace todo lo posible por conservar las decoraciones tradicionales y las fachadas, el interior del hotel cuenta con medidas de seguridad y servicios modernos. Quienes se alojen allí pueden esperar los servicios e instalaciones habituales de un hotel moderno, como Smart TV, wifi y baños con todas las comodidades. Reservar un hotel histórico en Guía de Isora no implica dormir en un lugar anticuado o incómodo.