La ciudad de Copacabana se encuentra en la orilla sur del lago Titicaca, uno de los lagos navegables a más altura de todo el mundo. En todo viaje a Bolivia que se precie, no pude faltar una excursión en barco por el lago de Titicaca para descubrir sus preciosas islas y las míticas ruinas incas.
Copacabana es bastante pequeña, por lo que se puede recorrer fácilmente a pie. Pero tómatelo con calma, porque al estar a 3841 metros de altura, el aire es escaso. Sumérgete en la cultura boliviana en este popular destino de peregrinos con un buen desayuno en un mercado local: prueba el mate de coca, que cura el mal de altura, y los deliciosos buñuelos.
Los días festivos de febrero, abril y agosto, la céntrica plaza 2 de febrero se llena de peregrinos procedentes de toda Bolivia y Perú. Sé testigo de los bailes folclóricos, las procesiones y las misas que se celebran en honor a la Virgen de la Candelaria, cuya imagen podrás contemplar en la catedral de Copacabana, del siglo XVII.
A lo largo de la playa de Copacabana encontrarás restaurantes que sirven exquisitas truchas del lago. También puedes unirte a una excursión en barco y salir a explorar las ruinas y aldeas de la isla del Sol, lugar de nacimiento de la dinastía inca, y la isla de la Luna.
Cuando te hayas aclimatado, camina hasta la iglesia de Colquepata y busca el sendero que lleva al cerro Calvario, un lugar de peregrinaje, ofrendas y clarividencia. Otro sendero panorámico lleva hasta las misteriosas rocas en forma de trono del Asiento del Inca. Pregunta a los lugareños cómo se llega al Baño del Inca, un manantial termal legendario situado en el campo. Los montañistas más expertos podrán escalar hasta la Horca del Inca, un observatorio astronómico construido por los chiripas, una cultura anterior a la inca.
Se tardan tres horas en llegar a Copacabana en autobús desde La Paz. Puno, en Perú, está a solo 2,5 horas de autobús, pero es necesario hacer varios cambios y pasar por una aduana. También es posible cruzar la frontera en barco.