Aunque Cardrona cobró fama durante la fiebre del oro de 1860, actualmente se la conoce como el paraíso de los deportes alpinos y por acoger el Parque Olímpico de Nueva Zelanda.
Si eres novato en el esquí o en el snowboard, podrás practicar tu técnica en la enorme zona de pistas para principiantes frente al complejo. En esta zona se encuentra también el teleférico más largo de todo el hemisferio sur. Apúntate a una clase en una de las escuelas locales y aprende lo básico sobre cómo deslizarte por la nieve. Quienes esquíen por primera vez progresarán rápidamente, ya que disponen de muchas pistas verdes en la zona.
Para los más avanzados, hay abundantes pistas escarpadas y más desafiantes que se extienden por toda la montaña. Podrás acceder a todas ellas en un teleférico de alta velocidad. Los más atrevidos podrán perfeccionar sus trucos aéreos en las distintas zonas ideadas para esquiar y hacer snowboard por libre. Hay cuatro parques repletos de saltos y jibs de distintas alturas, por lo que siempre hay opciones adecuadas para todas las habilidades. Asegúrate de probar el medio tubo de estándar olímpico. Si no te apetece intentarlo, siéntate y disfruta contemplando a algunos de los mejores esquiadores de todo el mundo mientras ejecutan sus increíbles giros aéreos.
Durante el verano, las montañas que rodean Cardrona acogen algunos senderos excelentes para caminar y recorrerlos en bicicleta. Explora la zona y descubre los preciosos ríos donde antiguamente los pioneros cribaban el oro.
No te pierdas el icónico Hotel Cardrona. Se trata de uno de los establecimientos más antiguos de Nueva Zelanda, pues abrió sus puertas por primera vez en 1863. Haz una parada en Cardrona (¡existe una cerveza con el mismo nombre!) o pasa una noche en uno de los hoteles más famosos de Nueva Zelanda.
Por todas las calles principales de la ciudad encontrarás cafeterías y restaurantes donde sirven deliciosos platos locales. Además de los hoteles, principalmente encontrarás apartamentos en régimen de alojamiento no obstante, también dispones de un pequeño número de hoteles y hostales cercanos a las pistas de esquí. Planifica tu viaje con antelación y así encontrar una buena oferta para viajar a Nueva Zelanda.